Tarde de casta, valentía y pundonor en la ciudad de Toro. La plaza de toros local acogió por segundo año consecutivo la final de la séptima edición del Bolsín Taurino Tierras de Zamora, promovido por el Foro Taurino de Zamora. Diez becerristas saltaron al ruedo para medirse a cinco vacas bravas de la ganadería José Luis Pereda. El torero Joselillo, designado como director de Lidia durante la tarde de ayer, brindó unos capotazos al respetable durante la deliberación del jurado. Asimismo, Javier Bastida fue el encargado del tercio de varas. Borja Serrano, de la Escuela de Tauromaquia de Salamanca, se hizo con el primer premio que le permitirá torear una novillada durante las fiestas de Fuentesaúco.

El sorteo inicial designó en suerte que la primera lidia correspondiese a Miguel Ángel Aguilar (CITAR Guadalajara) y Álvaro de Chinchón (Fundación el Juli). Ante quizás el animal de menor peso de la tarde, Aguilar cuajó una faena aseada con el capote y algo accidentada con la muleta, que nos dejó más sustos que naturales. No obstante, la perseverancia y valentía del de Guadalajara levantó olés y aplausos en reconocimiento al desempeño del joven aficionado. El turno de Chinchón fue más parco en sustos y más prolijo en pases; el rubio de Arganda del Rey se mostró sobrio y con temple, orientando a la vaca sobre el pitón izquierdo y brindando dos series de naturales de calidad.

Más entrada en carnes fue el segundo animal que salió de toriles y que brindó un mayor juego a Diego García y Carlos Enrique Carmona, de las Escuelas de Tauromaquia de Colmenar Viejo y Navas del Rey respectivamente. El público disfrutó sin duda de la mejor tanda de la tarde, donde Carmona puso la emoción y García el oficio. Comenzó García con un capote maduro y vistoso; verónica incluida. Ya con la muleta, el de Navas del Rey apostó por el pitón izquierdo y dejó varios naturales de amplio recorrido, obligando al animal a humillar y levantando los olés del público. Cerró la faena con un par de doblones que dejaron entrever un futuro pegado al albero. Por su parte, Carmona se enquistó en los primeros momentos con la derecha. Mal inicio que decidió remontar a base de valentía, toreando de rodillas en la última serie, y varios desplantes de gran estética torera.

La tercera vaca salió con mucho ímpetu, pero su codicia hizo que el animal tropezara y se doblase una de las patas traseras, dando paso a la sobrera. No obstante, durante esos primeros y vibrantes momentos el animal permitió lucirse a Estrella Magan (Navas del Rey), la única mujer de los diez becerristas de la final. Magan, capote en mano, recibió a la vaca, hasta por dos ocasiones, de rodillas realizando una larga cambiada por alto. Audacia que repitió también con la sobrera y que le sirvió para ganarse el cariño del público desde el minuto cero. Tampoco se quedó atrás Borja Serrano, que con la muleta realizó una de las mejores faenas de la tarde de ayer. Supo tratar con temple a la vaca herida y sacar provecho de la también débil sobrera. Tranquilo y manejando los tiempos, durante la segunda y tercera tanda llevó al animal con buen pulso a través de sus interesantes naturales y remates. Se mostró especialmente estético con el redondo, firmando un pase larguísimo que levantó un gran olé entre los asistentes.

La quinta res fue toreada por Aarón Rodríguez (Pueblanueva) e Ismael Jiménez (Escuela Tauromaquia de Badajoz). Aarón, uno de los participantes con mayor tirón entre los aficionados por su estilo distendido y relajado, no cuajó la faena que el hubiera querido. Insistió con un determinado pase que no funcionó y que acabó por no convencer a la vaca, que no finalizaba su arrancada y buscó el cuerpo del chico insistentemente. Más suerte tuvo Ismael Jiménez, que le subió la muleta al animal, ya que la vaca no estaba por humillar, y se acercó por el pitón derecho para brindar un par de largos muletazos. En la última de las tres series el animal comenzó a distraerse con el de Badajoz, para a continuación rajarse finalmente con Rodríguez. Quien decidió sabiamente devolver al animal a los corrales.

La última vaca también destacó por su debilidad. Cristobal Ramos "Parrita" (Fundación El Juli) intentó sacarle cosas a la res, pero apenas consiguió un par de naturales logrados. Por su parte, Leandro Gutiérrez (CITAR Guadalajara) mostró formas de torero, pero la vaca respondió cayéndose al suelo.

Finalmente, el jurado dictaminó el siguiente podio: Borja Serrano, primer puesto; Diego García, segundo y Carlos Carmona, tercero. La final de la séptima edición del Bolsín taurino Tierras de Zamora estuvo marcado por la debilidad de las reses que ayer saltaron al albero toresano, aunque también por el buen hacer y la valentía de los diez finalistas allí reunidos. El futuro de la tauromaquia se deposita en estos jóvenes valores, en el que las mujeres también tienen lugar.