Toro cierra la Semana Santa con unas cifras de turismo superiores a las 2.000 personas entre el Lunes Santo y el Domingo de Resurrección. Una cifra nada desdeñable teniendo en cuenta que las previsiones meteorológicas durante los días previos a las jornadas de Pasión preveían más chubascos de los que finalmente se produjeron. De acuerdo con los datos ofrecidos por la Oficina de Turismo de Toro, el número de visitantes ha bajado en 600 personas respecto a la Pascua de Resurrección del año 2017. Esta bajada, según confirman fuentes oficiales, responde a dos cuestiones principalmente: las condiciones meteorológicas y las diferencias estadísticas que muestra el turismo cuando las fiestas se producen en marzo o abril.

Los registros de los visitantes de los últimos años, muestran una diferencia sustancial cuando las fiestas cristianas recalan en abril a cuando lo hacen en marzo. El pasado mes de marzo se cerró con 3.352 personas, casi la mitad que el abril del pasado año -que acogió la Semana Santa- con más de 6.200 personas contabilizadas por la Oficina de Turismo de la Ciudad. De igual manera, abril de 2015 (mensualidad que albergó la Pasión) -con 4.486 visitantes- también muestra una cifra superior. Marzo de 2016 (mes de Semana Santa) rompe esta tendencia con 4.628 turistas, pero esta disonancia se explica a través de las Edades del Hombre; cuya exposición supera en mucho todas las cifras de visitantes de la última década. En definitiva, lo que nos indican estos datos es que la bajada del turistas durante la última Semana Santa viene condicionada por las fechas en la que recae la festividad; que acumula una mayor masa de visitantes cuando se produce en la mensualidad de abril.

La muestra de arte sacro de Las Edades del Hombre se saldó en el año 2016 con casi 250.000 personas que acudieron a visitar la ciudad de Toro y la exposición de "Aqva"; una cifra de turistas sin precedentes en la historia moderna del municipio. Pero una vez finalizada la galería, ¿qué beneficios reportaría a Toro haber sido la sede de la galería? Una de las cuestiones más repetidas desde las administraciones era que Las Edades del Hombre serviría para dar a conocer la ciudad y producir un efecto llamada que revirtiera en una mayor afluencia de turismo para la ciudad. No obstante, las cifras de este año -quizás marcado por una meteorología adversa- no muestran un gran avance, sino un retroceso, respecto a años pretéritos a la muestra de arte sacro.

En el primer trimestre de 2018 Toro ha recibido 5.673 personas, según la Oficina de Turismo. El pasado año, durante este mismo periodo, la ciudad acogió 5.236 turistas (una cifra menor condicionada por la semana Santa, que recayó en abril). En 2016, con el impulso de "Aqva", la ciudad contabilizaba la importante cifra de 10.492 personas. En 2015, año clave para esta comparativa, la ciudad acogió 6.193 personas en los tres primeros meses del año, a pesar de que las fiestas de Pasión recayeron en abril (con casi 5.000 visitantes en ese mes). En consecuencia, tanto 2017, como 2018 han registrado menos visitantes durante el primer trimestre del año que el mismo periodo del ejercicio de 2015, año anterior a la exposición de arte sacro y sin presencia del turismo de Semana Santa, que se celebró durante el mes de abril.

La bajada en las cifras de turismo ha repercutido directamente al comercio toresano, cuyas ventas se han visto ligeramente mermadas respecto a la campaña de 2017. El presidente de la CEOE de Toro, Elier Ballesteros, calcula que la reducción respecto al pasado curso ha sido entre un 5 y un 10%, causado principalmente "por el mal tiempo sufrido". El representante de los empresarios locales afirma que los beneficios obtenidos no "han sido los esperados" y ha definido la campaña como "regular" y "algo pasota".

Si bien Ballesteros incide en la influencia del tiempo durante estas fiestas, también alerta sobre la importancia de innovar en las vías de negocio y "no quedarse dormidos". No obstante, el toque de atención no solo se dirige hacia los comerciantes, sino que Ballesteros señala directamente a la administración: "La CEOE tiene diversas propuestas sobre la mesa, pero son las administraciones las que tienen la capacidad para poner en funcionamiento las promociones".

Asimismo, el presidente de CEOE Toro reitera la importancia de abrir nuevos canales de negocio y comercio que "no se limiten a las fiestas". Para ello considera clave "atraer gente fuera de los periodos festivos" y lamenta que "ya no se ven autobuses llegar a la ciudad durante los fines de semana".

En esta misma línea, Ballesteros se ha mostrado muy crítico con las actuaciones del Ayuntamiento de Zamora durante la pasada Feria Internacional de Turismo: "Lo que no podemos hacer es ir a vender a Fitur un turismo de mariposas". Elier Ballesteros considera que las administraciones locales deben "hacerse fuerte en lo nuestro" y redoblar esfuerzos para "promocionar nuestra industria agroalimentaria, el románico y, por supuesto, dignificar aún más nuestra Semana Santa".

En cuanto al efecto "Aqva", Ballesteros especifica que "no sé está notando a nivel diario, pero sí en las fiestas puntuales como Semana Santa, Navidad o el mes de Agosto".

En cuanto al sector hotelero, los establecimientos toresanos estuvieron al completo durante la parte central de las fiestas: entre el Miércoles Santo y el Domingo de Resurrección. Feliciano de la Calle, gerente del hotel María de Molina, define la semana de Pasión como "positiva" y "en línea con el año pasado".

Los efectos del turismo semanasantero también se han dejado notar en otras partes de la comarca toresana. Este es el caso del Museo del Vino de Morales de Toro, que ha batido su récord de visitas durante una Semana Santa desde que abriera en el año 2014.