El próximo sábado 17 de marzo el hotel Juan II de Toro acogerá la primera reunión de las Jornadas de Agricultura y Ganadería Ecológica organizadas por la Diputación de Zamora. Esta primera sesión estará centrada en el pistachero y cuenta con la colaboración de la cooperativa local Naturduero. El gerente de la empresa Omnia Pistacho, Julián Guerrero, disertará sobre esta especie vegetal como alternativa de cultivo en la provincia de Zamora y explicará cómo se podan estos árboles. Para ello, la jornada estará dividida en dos partes: una teórica, donde el especialista en este cultivo ofrecerá una conferencia técnica; y una práctica, donde Guerrero explicará la técnica de poda para esta planta en una explotación de un socio de Naturduero.

Esta cooperativa agraria, centrada en el cultivo del pistacho, nació hace año y medio con la intención de sacar rendimiento a un cultivo emergente y que cada vez cuenta con más hectáreas en nuestra región. Actualmente, la organización está construyendo una planta procesadora en una parcela de Valdefinjas. Una gran parte de sus socios no tienen producción todavía, ya que el proceso obliga a una inversión de unos años antes de comenzar a cosechar el fruto seco. La sociedad de agricultores tiene una producción anual de 5.000 kilos, que se incrementará notablemente cuando las 300 hectáreas, que actualmente se dedican al cultivo del pistacho en Toro, estén a pleno rendimiento.

Su presidente, Jorge Domínguez, afirma que esta iniciativa surgió como alternativa a los cultivos tradicionales, "cuyos precios son ridículos". Tras observar algunos estudios realizados en Castilla la Mancha, Naturduero se decidió a probar suerte en la comarca toresana. Domínguez señala que el cultivo de pistacho es "rentable", debido "a una gran demanda y una oferta muy limitada".

Actualmente, los agricultores de pistacho están en plena campaña de poda. Las variedades más tempranas comenzarán a dar fruto sobre el 20 de septiembre; las tardías habrán de esperar hasta el 15 de octubre. La variedad más extendida en los cultivos toresanos es el pistacho "kerman", originario de Irán.

En cuanto a la climatología, "el pistacho no requiere mucha agua", detalla Jorge Domínguez. Incluso llega a pudrirse en tierras con balsas o encharcadas. De la misma manera, las fuertes heladas son uno de los principales enemigos de este cultivo. Por lo demás, el pistacho precisa de frío en invierno y mucho calor en verano. "Necesita más de 1.500 horas de frío y 3.000 de calor".