El Ayuntamiento de Toro ha trasladado a la Comisión Territorial de Patrimonio el informe técnico sobre el desplome de parte del palacio por su valor histórico y porque conserva un habitáculo que ocupó Santa Teresa de Jesús. La estancia se distingue del resto del inmueble, no solo porque una lápida en el exterior del oratorio con una inscripción así lo atestigua, sino porque el que fuera propietario del edificio en el siglo XVII, Diego de Bustamante, decidió mantener el aposento tal y como estaba cuando fue ocupado por la religiosa, ya que le fue otorgada, prácticamente, la catalogación de reliquia.