Su madre le inculcó la pasión por la indumentaria tradicional y, con el paso del tiempo, Ana Crespo Crespo, ha conseguido reunir una colección de gran valor histórico y etnográfico, de la que forman parte trajes de gala de distintas comarcas zamoranas. Esta colección se podrá admirar, hasta el 25 de febrero, en el Hotel Bodega y Spa Valbusenda, en una exposición que lleva por título "Hilando costumbres", que reúne vestidos de gran belleza y típicos de Carbajales, Aliste, Sayago o Valles de Benavente, al margen de otras piezas catalogadas como "únicas". Por primera vez, Crespo exhibe esta valiosa colección de vestidos, algunos de los cuáles son muy antiguos como dos legados por su madre, que los confeccionó en estameña hace más de un siglo, aunque la prenda más antigua fue creada hace más de 400 años.

A pesar de que todas las piezas que conforman la exposición son de una gran belleza y reflejan la variedad de la indumentaria tradicional de la provincia, uno de los vestidos que despertó más interés entre los asistentes a la inauguración fue un bordo hasta la cintura en paño fino que representa el primer bordado realizado en Carbajales, hacia 1930, y que es idéntico a otro que estuvo presente en la boda de Alfonso XII. De Carbajales, en esta muestra, también se exhiben otros trajes como un "picao y adornao" o un manteo con dos cenefas en estameña. La indumentaria tradicional de Sayago también está presente en esta muestra a través de dos vestidos, uno de ceremonia negro y otro de gala con el que, habitualmente, se casaban las mujeres ricas, además de un mantón negro rodado, también de ceremonia. Dos vestidos, un vaciado y un plisado, representan a la comarca de Aliste en esta exposición, mientras que de los Valles de Benavente se exhibe un típico "rodao". Al margen de estos trajes, la exposición se completa con otras piezas catalogadas como "únicas", tales como una almilla que se vestía en verano, un mantón de Manila bordado en seda, un manteo de Losacio de Alba en estameña, una faltriquera de Carbajales de Alba o una jugona en seda del traje de carbajalino confeccionado con seda de Samarcanda. Esta colección, además de ser un fiel reflejo de la riqueza y belleza de la indumentaria tradicional de la provincia, tiene un gran valor sentimental para Crespo, porque forma parte del legado de sus antepasados. En la muestra inaugurada ayer también ha colaborado Luisa Rodríguez, que ha cedido dos vestidos y una capa.

En la inauguración de "Hilando costumbres", el diputado de Turismo, José Luis Prieto, destacó la importancia de la colección de indumentaria que se exhibe en Valbusenda y de la que aseguró que es "única" en la provincia. Por su parte, Mateo García, gerente del complejo anunció en este acto que Valbusenda cumple en 2018 su décimo aniversario, efeméride que celebrará con el programa de eventos "Diez años despertando ilusiones".