Tejas esparcidas por el suelo, contenedores volcados o el "levantamiento" de la uralita que protege, a modo de cubierta, la perrera municipal, son algunas de las incidencias registradas en las últimas horas como consecuencia del paso por la ciudad de la borrasca "Ana". El alcalde de Toro, Tomás del Bien, confirmó que las lluvias y, sobre todo, las fuertes rachas de viento registradas provocaron que tejas de edificios antiguos como el palacio de los Frontaura y Victoria cayeran sobre la calzada aunque no ocasionaron daños personales. Además, el viento provocó que contenedores situados en varios puntos de la ciudad aparecieran volcados y desplazados, mientras que el daño más importante se registró en la perrera, en la que levantó la uralita de la cubierta. Por otra parte, según la Agencia Estatal de Meteorología, en la comarca las rachas de viento más importantes se registraron en la estación de Morales de Toro, localidad en la que alcanzaron los 119 kilómetros por hora.