Los sueños a veces se cumplen y Luis Pérez ha podido hacer realidad el suyo de disfrutar de un concierto de la Banda de Música La Lira en Guernica. Aunque nació en Toro, se trasladó a vivir a Guernica con tan solo cinco años, localidad a la que emigraron numerosos toresanos y con la que, en los últimos meses, la ciudad ha reforzado los lazos de hermandad gracias, en parte, al concierto ofrecido por La Lira a finales de octubre y a las fraternales relaciones que mantienen los Ayuntamientos de ambas villas. Durante cuatro años, Pérez ha intentado sin descanso que sus vecinos de Guernica pudieran disfrutar de un concierto de la Banda de Música La Lira con la que vibra y se emociona en los recitales a los que puede asistir en su ciudad natal, a la que se traslada en determinadas épocas del año.

Tras asistir a los conciertos de La Lira, Pérez siempre se formulaba la misma pregunta: qué debía hacer para conseguir que sus vecinos de Guernica pudieran disfrutar de una actuación de la Banda de Toro. Para conseguir su objetivo, primero trasladó sus intenciones al director de la agrupación musical, Casimiro García y al ex director de la asociación de la Banda, Luis González, quienes acogieron con agrado la idea. No obstante, Pérez era consciente de que debía mover más hilos para cumplir su sueño y decidió acudir al Ayuntamiento de Guernica a cuyos responsables planteó la posibilidad de que colaboraran en la organización del concierto. Finalmente y gracias a la implicación del alcalde y de un concejal de Guernica, José María Gorroño e Iñaki Gorroño, respectivamente, la Banda de Música de Toro ofreció a finales de octubre el recital soñado por Pérez durante el que, además de vibrar con el repertorio, se emocionó cuando el director de La Lira reconoció, ante un público entregado, su esfuerzo y empeño por alcanzar su sueño. En reconocimiento a su colaboración, Pérez entregó ayer al director de la Banda y a los integrantes de la nueva junta directiva de la asociación La Lira, una chapela, partituras de algunas obras para que las incluyan en el repertorio de la agrupación y una foto para el recuerdo de la estancia de los músicos en Guernica. En este emotivo acto, la asociación también entregó un regalo a Pérez para que nunca pierda su ilusión por la Banda, una escultura que, a pequeña escala, reproduce uno de los instrumentos del pórtico de la Majestad de la Colegiata de Toro, un salterio de mano. Para los próximos meses, Pérez se ha marcado un nuevo objetivo centrado en que la Banda del conservatorio de Guernica y alguna formación coral puedan ofrecer un recital en Toro. Para conseguir esta meta, Pérez contará con la colaboración de la Banda y de su director porque, como destacó García, "en Guernica nos trataron muy bien y sus vecinos nos demostraron su hospitalidad". Por último, el director de La Lira resaltó la acogida en Guernica de otro toresano, César Ramos.