Morales de Toro se encuentra inmersa en la celebración de la XIV Fiesta de la Vendimia justamente en plena campaña de recepción de la uva. Esta actitud tan consecuente tiene dos caras de una misma moneda: por un lado la temática del festejo no puede estar mejor contextualizada, pero por otro el pueblo se encuentra algo desangelado debido a que las tareas de recolección ocupan el tiempo de gran parte de la población del alfoz toresano. A pesar de esta disyuntiva, la ciudad se levanto engalanada con motivos propios del festejo: uvas de todas las variedades y hojas de parras adornaban las calles de la ciudad y las fachadas de los comercios.

Hasta 35 bodegas de la tierra se reúnen este fin de semana en la Plaza Mayor del municipio para realizar una degustación gratuita de los caldos de la zona. El evento estaba programado desde el mediodía hasta las tres de la tarde, pero la timidez de las primeras horas hizo que casi todo el acto se concentrara en los prolegómenos del horario estipulado. Junto a las empresas vinícolas también se asentaron los stands de los comercios locales: carnicería, panadería, quesos y el puesto de pastas del grupo Vacceos compusieron la fisonomía del ágora central de Morales de Toro ayer.

Sonaba "Eva María" de Fórmula V en los altavoces cuando un viejo John Deere irrumpió en la plaza con un remolque cargado con uvas recién recolectadas y una prensa antigua rebosante de racimos de tinta y blanca. Como se hacía antiguamente las uvas fueron depositadas en la cuba para ser prensadas y obtener el mosto. Esto sirvió para que los más pequeños del lugar se acercaran a rellenar su vaso y echar un trago de un mosto natural a más no poder. Con la llegada del viejo y verde tractor parece que la cosa comenzó a tomar forma y la plaza fue plagándose de vecinos y curiosos que disfrutaron de la música y los vinos del alfoz.

Las mujeres integrantes del grupo folclórico Vacceos fueron, sin duda, las grandes protagonistas de la mañana de ayer. Su puesto de pastas y dulces, que venden para financiar sus actividades, era un alto obligado en el maremágnum de estands. Las veteranas residentes hacen estas delicias de forma totalmente natural, como antaño de hacían, sin apenas ayuda de instrumentos modernos. De la misma manera, la decoración del puesto y los trajes regionales que portaban también son fruto de la manufactura y el oficio.

Cuando la plaza de Morales comenzó a poblarse el grupo local cesó en la venta de pastas para interpretar algunos de los bailes regionales que caracterizan a las tradiciones y costumbres de esta tierra zamorana. La veda fue abierta por los pequeños prosélitos, que ataviados con los ropajes de antaño ejecutaron algunas de las piezas musicales más antiguas de la zona; para deleite de los padres, que no dudaron en inmortalizar la estampa con las cámaras de sus móviles. Seguidamente, las fundadoras de la agrupación tomaron el relevo e interpretaron otros bailes muy populares del folclore local.

Hoy, además de la degustación de vinos, tendrá lugar el desfile de carros engalanados con motivos típicos de la vendimia, donde los moralinos podrán echar la vista atrás y recordar cómo eran los septiembres no hace tanto tiempo. Asimismo, la Unidad de Acción Pastoral de Morales ha programado una eucaristía a las 11.00 horas en la iglesia de San Juan.