Aunque las previsiones realizadas por el Consejo Regulador apuntan a que la cosecha de uva podría rondar este año los 20 millones de kilos y, por tanto, mantenerse en la media de los últimos cinco años, viticultores de la zona aseguran que la producción será notablemente inferior a la de pasadas campañas por la sequía y las heladas registradas a finales de abril. En este punto, remarcaron que la merma rondará entre un 30 y un 40%, aunque, en parcelas que sufrieron los efectos de las heladas tardías, la producción ha decaído un 85%. Por estos motivos, agricultores de la zona señalaron que los cálculos realizados por el ente regulador "no son reales" en cuanto a la cosecha final de uva que se recolectará este año en Toro, por los daños ocasionados por las heladas tardías y la ausencia de lluvias. En lo que sí coinciden viticultores y el órgano vinícola es en la extraordinaria calidad del fruto que se recogerá este año en la Denominación de Origen Toro.

La campaña de vendimia en la zona comenzó oficialmente el 24 de agosto y se espera que la próxima semana la práctica totalidad de las 63 bodegas amparadas por el sello de calidad toresano abran sus puertas a la recepción del fruto.