Numerosos toresanos y turistas no dejaron pasar la oportunidad de admirar, en horario nocturno, el patrimonio eclesiástico y civil más destacado de la ciudad, en la segunda edición de las "Noches Blancas". Hasta una veintena de monumentos, conventos e iglesias abrieron de par en par sus puertas para que los participantes pudieran descubrir los tesoros que esconden en su interior y su extraordinaria arquitectura.

Además, la "Noche Blanca" celebrada ayer, permitió a los interesados acceder a monumentos que, habitualmente, no abren sus puertas al turismo. A diferencia de la primera edición, los participantes en estas visitas libres dispusieron de más tiempo para admirar el patrimonio toresano y de una forma más escalonada.

El punto de partida para muchos fue el monasterio de Santa Clara, ya que las visitas se limitaron a una hora, desde las 21.30 hasta las 22.30 horas, mientras que otros conventos e iglesias de Toro prolongaron su apertura para facilitar el acceso. Así, los participantes pudieron disfrutar de visitas a "joyas" del patrimonio local tales como el Monasterio del Sancti Spíritus o las iglesias de las Mercedarias y las Carmelitas.

El convento de Santa Sofía aprovechó esta iniciativa para abrir al público el rastrillo organizado para recaudar fondos destinados a recuperar la imagen "Cristo a la columna". Con motivo esta iniciativa también abrieron sus puertas la Colegiata y media docena de iglesias, así como edificios municipales y de un valor patrimonial indiscutible, tales como el Teatro Latorre, la plaza de toros, el Alcázar, el Hospital de la Cruz o las bodegas del Ayuntamiento y de la Denominación de Origen. En esta iniciativa, promovida por el Ayuntamiento de Toro, en colaboración con las parroquias, el Consejo Regulador o la Fundación González Allende, un grupo de voluntarios supervisó las visitas a los monumentos. Muchas personas disfrutaron de la "Noche Blanca" con una visita guiada organizada por ProCulto.