La leyenda del Arco del Reloj poco a poco cobra vida en el gran mural en el que, durante estos días, trabajan los artistas y aficionados que, por segundo año consecutivo, han querido participar en el proyecto Toro Arte Urbano (TAU). El artista toresano Carlos Adeva coordina este proyecto con el que se pretenden dignificar espacios urbanos degradados y convertir los murales en un atractivo turístico más de la ciudad. Aunque en la presentación de la segunda edición Adeva prefirió no desvelar el emplazamiento elegido este año para desarrollar TAU, son muchos los toresanos y turistas que, en los últimos días, han podido admirar los primeros esbozos del trabajo que los artistas están plasmando en un muro, de grandes dimensiones, situado junto al Arco del Reloj.

En principio, la idea es recrear en este muro la historia del monumento, situado a escasa distancia, lo que obligará a los artistas que participan en TAU a cuidar al máximo la ejecución de la obra, así como los tonos que serán utilizados para colorear los dibujos. En una primera fase, los participantes en este proyecto eliminaron todas las imperfecciones del muro que será decorado, sobre el que ya han empezado a perfilar los primeros dibujos.

Durante el fin de semana, está previsto que los artistas descansen para retomar el trabajo la próxima semana, en horario de mañana y tarde, mientras que los días 12 y 13 de agosto, han sido reservados para rematar la obra colectiva. El objetivo final del proyecto TAU es crear en Toro una galería de arte a ras de suelo, un museo abierto las 24 horas del día y que se puede recorrer cuando el resto de monumentos de la ciudad permanecen cerrados al turismo.

En principio, está previsto que este proyecto tenga continuidad en años venideros para crear una ruta de murales como las que ya existen en otros lugares como la localidad vallisoletana de Tordesillas, impulsada también por Carlos Adeva. En la primera edición de este proyecto colaboraron hasta 25 personas, entre voluntarios que se encargaron del montaje de los paneles y los artistas que trabajaron en la decoración. En 2016, se crearon varios murales con los que fueron adornados vanos de ventanas y puertas de edificios degradados, con el objetivo de embellecer y dignificar el casco histórico de la ciudad.