La Guardia Civil investiga la presunta implicación de un vecino de Toro en un incendio forestal originado en el pago de Matalobas y que calcinó tres hectáreas de masa arbolada de pino y encina. El pasado domingo, la Guardia Civil tuvo conocimiento del inicio de un incendio forestal en el pago de Matalobas y, una vez verificada la existencia del fuego, agentes del Puesto Principal de Toro y del Servicio de Protección a la Naturaleza abrieron las correspondientes diligencias de investigación para esclarecer las causas y localizar al presunto autor. Tras realizar una inspección ocular y analizar las características del incendio, los agentes concluyeron que las llamas se iniciaron en un único foco compuesto por restos de poda y material vegetal seco y situado en un interior de una parcela vallada. Así, la investigación determinó que se habían vertido restos incandescentes de cenizas y carbón de una barbacoa sobre restos de una poda, negligencia que ocasionó el incendio que afectó a tres hectáreas de masa arbolada, así como a monte bajo. Las actuaciones realizadas por la Guardia Civil han servido para investigar a un vecino de Toro como supuesto autor de un delito de incendio forestal por negligencia. Las diligencias instruidas han pasado a disposición del juzgado de Toro.

El incendio forestal que afectó al pago de Matalobas obligó a desplazarse hasta el lugar del siniestro a un agente medioambiental, dos autobombas del Parque de Bomberos de Toro, una cuadrilla de tierra y un helicóptero. El Código Penal establece la imposición de penas de prisión de uno a cinco años y multa de doce a 18 meses, para los autores de incendios en montes o masas forestales. Además, si estos fuegos conllevan peligro para la vida o la integridad física de las personas, los autores se podrían enfrentar a penas de diez a veinte años de prisión. No obstante, se pueden fijar penas menores en el caso de que los incendios forestales se originen por imprudencias.

La Guardia Civil recomienda no realizar actividades que puedan conllevar un riesgo de incendio, ya que se puede incurrir en un ilícito penal, al margen del peligro que supone un fuego forestal. Del mismo modo, solicita colaboración ciudadana para poner fin a los incendios forestales que devastan zonas naturales de la provincia y que ocasionan un gran daño ecológico, además de causar pérdidas irreparables para las personas y bienes afectados.

Las Unidades del Seprona de la Guardia Civil se encargan de velar por el cumplimiento de las disposiciones que tiendan a la conservación de la naturaleza y el medio ambiente, además de tratar de impedir que se produzcan incendios forestales, exigiendo el cumplimiento de las prohibiciones de hacer fuego en determinadas épocas del año y en diversos lugares.