Los agricultores toresanos y zamoranos han dejado de mirar al cielo esperando esa lluvia que nunca llega, ahora su preocupación se encuentra más abajo, en sus tierras que apenas han producido lo suficiente como para cubrir gastos. Antonio Medina, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA) de Zamora, explica la problemática a la que se enfrenta el campo zamorano y sus trabajadores.

-¿Qué valoración hacen desde ASAJA de esta campaña?

-La situación es bastante dramática. Una prueba de ello han sido las declaraciones de las consejera, de las estimaciones iniciales han bajado la cosecha a los 2 millones y media. Pero no solo nos hemos visto afectados por la sequía, sino que las últimas heladas han dañado más las cosechas de lo que nos esperábamos. Estamos todos muy preocupados.

-¿Cuál ha sido la media de kilos por hectárea?

-Lo máximo que han recogido algunos compañeros han sido 1.200 kilos por hectárea en los cultivos de secano. Otras veces ni eso: 800 kilos, 500 e incluso menos. Estamos hablando de que en muchas parcelas lo recogido no es suficiente ni tan si quiera cubrir el gasto de la cosechadora. El caso de las parcelas con leguminosas la situación es todavía peor, dando 300 kilos por hectárea como mucho. Estamos viviendo una campaña desoladora, la verdad.

-En relación con una campaña normal, ¿cuántos kilos de menos se están recogiendo?

-Pues prácticamente la mitad. En una campaña normal solemos producir entre 2.000 y 2.500 kilos por hectárea en los cultivos de cereal y ahora estamos por debajo de los 1.300 kilos.

-¿Estas cantidades permiten cubrir los gastos de la inversión realizada?

-Absolutamente no. Necesitaríamos unas cantidades cercanas a los 2.500 kilos únicamente para cubrir gastos y apenas sacar beneficio. Por supuesto, no incluyo en gastos las horas de trabajo de los agricultores, la gasolina, la maquinaria utilizada, etc. La gente está acongojada, porque un año más así y no remontamos el vuelo.

-Hace un par de días la consejera de Agricultura, Milagros Marcos, habló de campaña excepcional y que se iban a presupuestar 145 millones de un paquete de ayudas al sector financiado por el Ministerio y la Junta que proporcionará préstamos de entre 40 mil y 80 mil euros a los agricultores.

-Tanto la ministra, como la consejera, han repetido que para obtener esas ayudas se necesita o tener un seguro agrario o firmarlo ahora por tres años de duración. Estamos muy defraudados, con un gran pesimismo y, sobre todo, muy resentidos con las administraciones. La Consejería y el Ministerio se están hinchando a dar cifras desorbitadas por todos los lados y que nada tienen que ver con la realidad. Por ejemplo, se habla del adelanto de la PAC a octubre, pero ese dinero es nuestro por cumplir una serie de requisitos que nos impusieron. Ahora hablan de créditos, pero que nadie se equivoque, ese dinero hay que devolverlo, nadie nos lo regala.

-El tema de los seguros agrarios parece ser fundamental para obtener algún tipo de ayuda o préstamo por parte de las administraciones. ¿Por qué no lo tienen todos los agricultores?

-Esta cuestión es clave y se miente mucho sobre ello. Vale, está bien que tengamos un seguro, supuestamente protege nuestras propiedades y en relación a nuestra inversión millonaria parece que no es el principal gasto. Pero, ¿qué pasa? La única aseguradora para el campo es Agroseguro, un monopolio. Y bajo su condición de monopolio han impuesto unas condiciones leoninas muy difíciles de cumplir por parte de los pequeños propietarios. Mucha gente ha dejado el seguro porque no les compensa, las penalizaciones son muy estrictas y además obligan a asegurar todo el capital sembrado, sin poder elegir qué asegurar y qué no.

-¿Cómo encaran desde ASAJA estos problemas con los seguros?

-Consideramos que tienen que cambiar muchas cosas. Primero, las organizaciones agrarias tienen que sentarse con la aseguradora y llegar a un acuerdo. El Ministerio de Agricultura debería abrir el mercado a un mayor número de aseguradoras y que pudiéramos elegir la opción más rentable para cada explotación. Bajo esta situación de única aseguradora ocurren cosas como que sus peritos y nuestros técnicos nunca establecen la misma valoración, pero al ser la única opción tenemos las manos atadas.

-Desde ASAJA denunciasteis que la Sociedad Anónima Estatal de Caución Agraria (SAECA) denegaba el 30% de las solicitudes de avales para los préstamos. ¿Se ha conseguido llegar a algún acuerdo satisfactorio para ambas partes?

-SAECA exige unos avales, como es normal. Pero si están rechazándolos todos se debe a que las explotaciones agrarias no cumplen con los requisitos. Este incumplimiento no se debe a la dejadez o la falta de trabajo de los agricultores, sino que es que actualmente se está volviendo imposible conseguir que una parcela de cultivo resulte rentable. Consideramos que esto es un fracaso de la administración, porque entre los precios de los cultivos, los problemas meteorológicos y las modernizaciones obligadas el rendimiento que les queda a los propietarios son mínimos o negativos. Necesitamos un esfuerzo por parte de la Junta de Castilla y León para conseguir que entre todos hagamos de las explotaciones algo beneficioso.

-Desde ASAJA, han hecho hincapié en más de una ocasión en el pago de las ayudas pendientes, ¿cómo se encuentra esta cuestión?

-Igual que nos quejamos de la rentabilidad de las explotaciones y del precio al que nos compran nuestros cultivos, tengo que destacar que desde la entrada de la nueva consejera de Agricultura la Junta nos va pagando poco a poco lo que se nos debía. Lo que sí quiero destacar es que todavía faltan por percibir los planes de incorporación para los jóvenes agricultores que han invertido en una explotación recientemente. Esto es especialmente importante, porque estos nuevos cultivadores tienen una serie de préstamos que cubrir y si no reciben estas subvenciones se arruinarán. Todos debemos concienciarnos de la importancia de estas incorporaciones al mundo de la agricultura, sin jóvenes que tomen el testigo desaparecerá la producción agrícola en nuestro territorio; lo que a la larga se convertirá en la muerte de nuestras poblaciones, tan dependientes del sector primario.

-¿Está cundiendo el desánimo entre los jóvenes agricultores?

-Totalmente. Los precios a los que nos compran la cosecha son irrisorios y si no cubre gastos te arruinas. Una vez más las administraciones han patinado, dijeron que se iban a producir 5.000 incorporaciones de nuevos agricultores. Mentira, no se va a cumplir. Es como cuando hablan de tantos millones para el presupuesto, nosotros no los vemos.

-¿Los precios son la clave de todo?

-Sí, ahora ya todo es a nivel mundial. Da igual que haya escasez de cereal, da igual que sea una buena campaña, quien marca el precio es la bolsa de Chicago, que es la que dirige el comercio mundial.

-¿La globalización ha afectado negativamente a los pequeños propietarios?

-Totalmente. La tendencia es que todo se convierta en macroexplotaciones de multinacionales, de más de mil hectáreas. Evidentemente así se reducen costes, pero también se acaba con los pequeños propietarios, con los agricultores y con los municipios rurales. La situación es tan complicada, todos nos encontramos en una situación tan mala que parece que nos están echando, que quieren que claudiquemos.

-El próximo día 26 tienen Consejo Agrario, ¿cuáles son las principales líneas de acción?

-Algo muy sencillo, le vamos a pedir al delegado territorial de la Junta que, sobre todo, nos dejen tranquilos. Porque ya no son solo los problemas meteorológicos, sino que desde la administración todo trabas.