Nueve meses después de que trabajadores de Photo Bull interpusieran una reclamación judicial contra la empresa, motivada en el impago de hasta cinco mensualidades y la falta de actividad, los afectados acaban de percibir una parte de la cantidad adeudada y que, finalmente, ha cubierto el Fondo de Garantía Salarial (Fogasa), ante la insolvencia demostrada por la sociedad. El abogado del sindicato UGT, Tomás Muriel, confirmó ayer que ocho ex empleados de Photo Bull han percibido parte de la cantidad que les adeudaba la empresa después de que ésta asumiera, en un acto de conciliación, que existían "causas" objetivas para reclamar la extinción de los contratos y que constituían un motivo para reconocer el despido improcedente.

Aunque a estos trabajadores la empresa les adeudaba cinco nóminas, el Fogasa se ha hecho cargo, como máximo, del pago de 120 días de salario, por la insolvencia demostrada por la empresa, que llegó a presentar una oferta de compra por las instalaciones de Pevafersa en Toro y que contrató a una veintena de empleados con el objetivo de poner en marcha una línea de fabricación de células fotovoltaicas, proyecto que, finalmente, no se ha materializado. De hecho, como apuntó el abogado de UGT, a las primeras demandas judiciales interpuestas por ocho trabajadores de Photo Bull, que ya han percibido parte de la deuda, les siguieron las presentadas por otros empleados que, en principio, también cobrarán como máximo 120 días de salario que abonará el Fogasa.

El reconocimiento de su situación de insolvencia y de que existían causas objetivas para asumir el despido improcedente de sus trabajadores, evidencian que Photo Bull no ha conseguido poner en marcha su proyecto empresarial en las instalaciones de Pevafersa en Toro y, de hecho, recientemente, han sido despedidos los dos últimos operarios que mantenía en plantilla. En su mayoría, los trabajadores contratados por Photo Bull, se dedicaron a poner a punto la maquinaria de Pevafersa que llevaban varios meses parada con la expectativa de que, una vez que las máquinas empezaran a funcionar, se pusiera en marcha la línea de fabricación de células. Sin embargo, la sociedad no consiguió cumplir sus objetivos y, durante varios meses, los trabajadores estuvieron de vacaciones sin cobrar. Ante esta situación, decidieron denunciar el impago de nóminas y, ahora, han empezado a cobrar parte de la deuda, que ha sido asumida por el Fogasa. En enero del pasado año, el juzgado dictó un auto por el que declaraba adjudicados los bienes e inmuebles de Pevafersa a la oferta presentada por Photo Bull. En principio, estaba previsto que la operación de compra se formalizara en junio del 2016, aunque, finalmente, la empresa no ha conseguido materializar su proyecto.