Los toresanos revivieron este pasado viernes una de las fiestas más emblemáticas de la ciudad: el carnaval. Pero una celebración diferente, este fue la II edición del "Carnaval de Verano", organizada por la Asociación Cultural "Cermeña", en colaboración con el Ayuntamiento. Toro, la ciudad de las mil fiestas, congregó a más de 400 personas durante el viernes noche para disfrazarse y disfrutar de un carnaval al más puro estilo Río de Janeiro: con más de 30 grados y con música para amenizar el desfile.

Este año, a diferencia de la última edición, se permitió que los disfraces fueran de temática libre, creando un maremágnum de color e imaginación. La comitiva carnavalesca partió de la plaza Mayor pasadas las 22.30 horas en dirección al colegio Magdalena Ulloa. Durante todo el desfile, la charanga "Los Trotamúsicos" fueron los encargados de entretener el trayecto.

Ya en el patio del centro escolar, y al son de una disco movida, los asistentes al evento bailaron hasta las dos de la madrugada, momento en el que se dilucidaron los ganadores del concurso de disfraces. Los aborígenes de una tribu, la familia Disney de Lilo y Stitch, una bruja muy trabajada o unas limpiadoras de coches, entre otros muchos, fueron algunos de los disfraces premiados en las diferentes categorías. Los premios consistieron en una suerte de productos y servicios ofrecidos por los diferentes establecimientos de la localidad: vales de cerveza, desayunos, botellas de vino de la tierra, helados para los más pequeños?

La Asociación Cultural "Cermeña" nació hace tres años con la intención de revitalizar el ocio toresano. En la actualidad, cuenta con algo más de 65 miembros entre socios y asociados con una media que no supera los 25 años. Su actividad no se limita al Verano Cultural, sino que también son los encargados de organizar el evento "Toro en su tinta" y diferentes yincanas durante las fiestas de San Agustín en agosto.

"Toro en su tinta" consiste en un combate todos contra todos con vino de la tierra cedido por las bodegas locales. La actividad se ha convertido en tan solo tres años en uno de los atractivos principales de las fiestas patronales.