El homenaje al concejal del PP en el Ayuntamiento de Ermua, Miguel Ángel Blanco, al cumplirse veinte años de su asesinato por la banda terrorista ETA, lejos de ser un ejemplo de unidad derivó en una nueva polémica entre el equipo de Gobierno socialista en el Ayuntamiento de Toro y el grupo popular. Mientras que los concejales populares asistieron, junto a un grupo de afiliados, a las 12.00 horas a la concentración promovida por la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) durante la que se guardó un minuto de silencio en las inmediaciones del Ayuntamiento, una hora más tarde tuvo lugar otro acto en el salón de plenos, durante el que se leyó un manifiesto en recuerdo de Miguel Ángel Blanco y al que, como denunció el PP, sus concejales no fueron invitados.

Este hecho, provocó malestar entre los concejales de la oposición que acusaron al equipo de Gobierno de actuar "en contra del espíritu de Ermua", en alusión a la unidad que marcó el secuestro y posterior asesinato de Miguel Ángel Blanco. Además, remarcaron que, si los miembros del equipo de Gobierno no podían acudir a la concentración de las 12.00 horas, podían haber comunicado por teléfono que, una hora más tarde, tendría lugar un acto institucional al que, de conocer su convocatoria, hubieran acudido los concejales populares.

En este punto, el PP calificó de "lamentable" que este homenaje a Miguel Ángel Blanco no se organizara "de forma conjunta", sobre todo porque, ante tan doloroso recuerdo, debería haber prevalecido la unidad.

Al margen de la polémica, durante el acto celebrado en el salón de plenos, el alcalde, además de leer el manifiesto de la FEMP recordó a Miguel Ángel Blanco y al resto de las víctimas de ETA, entre las que destacó al concejal socialista Isaías Carrasco, por su vinculación a la comarca toresana. Asimismo, remarcó que, hace veinte años, la sociedad española "se levantó democráticamente en defensa de la libertad, la paz y de la convivencia".