En una de las campañas agrícolas más complicadas de los últimos años por la sequía, los agricultores de Toro dejaron de lado, por un día, su preocupación por las futuras cosechas y los cuantiosos daños ocasionados por la escasez de agua, para honrar a su patrón: San Isidro Labrador. Tras las vísperas celebradas el pasado domingo en la Colegiata, agricultores y hermanos de la cofradía de San Isidro de Toro, volvieron a reencontrarse un año más en la Colegiata para asistir a la misa de fiesta que fue oficiada por el párroco José Luis Miranda. Antes de concluir la eucaristía, el sacerdote procedió a bendecir las nuevas medallas que, este año, han estrenado los cofrades en la procesión que, por la tarde, recorrió las calles de la ciudad.

Los mayordomos de este año, José María García, José Ramón García, José Noales y Alberto Camarón, acompañados por sus familiares, vivieron con especial emoción la misa mayor y fueron los encargados de dar la bienvenida a todos aquellos agricultores y hermanos de la cofradía que asistieron, posteriormente, a un almuerzo celebrado en un conocido restaurante de la ciudad. En este almuerzo, los cofrades abonaron las cuotas anuales y recibieron los tradicionales bizcochones, además de la nueva medalla que lucieron por la tarde en la procesión con la imagen de su patrón. El secretario de la cofradía de San Isidro, Ángel García, destacó la "gran acogida" que tuvieron las nuevas medallas, tanto entre los hermanos como entre las mujeres de agricultores que, tras el fallecimiento de sus maridos, han decidido seguir participando en la fiesta de San Isidro. No obstante, García realizó un llamamiento para que los toresanos entren a formar parte de la cofradía aunque no se dediquen a la agricultura, invitación que extendió a los pueblos del alfoz, con el objetivo de mantener una de las hermandades más antiguas de la ciudad. En la actualidad, como precisó García, la cofradía cuenta con alrededor de 80 hermanos y nueve viudas de labradores de Toro que han decidido seguir vinculadas al colectivo y que, cada año, participan en los actos que se organizan para honrar a San Isidro Labrador. De otro lado, García agradeció públicamente la colaboración de la junta agropecuaria que, a pesar del importante esfuerzo económico que ha realizado para restaurar y recuperar su antigua sede, este año ha sufragado parte del coste de la Banda de Música La Lira, que acompañó a la imagen de San Isidro durante la tradicional procesión. La Colegiata fue el punto de encuentro de los cofrades, agricultores y toresanos que, por la tarde, quisieron acompañar por las calles de la ciudad al patrón de los labradores.

Como cada año, uno de los momentos más emotivos de este desfile procesional fue la tradicional bendición del campo toresano que, este año, cobró una especial importancia por la delicada situación que atraviesa el sector, como consecuencia de la persistente sequía. De hecho, como reconoció el presidente de la junta agropecuaria, Bernardo Caballero, como consecuencia de la escasez de agua, "hay muchas zonas que no se van a segar, mientras que en otras los daños pueden llegar al 50%, por la sequía y por las heladas". No obstante, subrayó que el problema que, en la actualidad, más preocupa a los labradores es la "amenaza" de los canales de cortar el agua antes de que concluya la campaña de riego.