Por otra parte, Castro destacó la ausencia de fuertes heladas, por debajo de diez grados bajo cero durante el reposo vegetativo del viñedo y en el periodo que comprende los meses de enero a marzo, o que las temperaturas mínimas registradas alcanzaron los 7,24 grados bajo cero en febrero.

Por este motivo, al comparar las temperaturas medias y las mínimas registradas en los meses de referencia, respecto a años anteriores, "las variaciones han sido grandes en positivo, con un aumento de las temperaturas sobre todo en febrero y marzo". Bodegueros de la Denominación de Origen Toro esperan que, tras las elevadas temperaturas registradas en los últimos días, no se produzca un descenso brusco del termómetro, ya que las heladas podrían causar daños en el viñedo.

Durante la primavera, tras la brotación y la aparición de las hojas y de los primeros racimos visibles en las cepas, también se produce la floración y el cuajado, etapa en la que surgen los primeros frutos y que, en Toro, suele coincidir con el final de la estación aunque, como en años anteriores, dependerá, entre otros factores, de la meteorología que podría variar el ciclo vegetativo de la vid.