La Fundación Villalar organizó durante el día de ayer una excursión al Museo del Vino Pagos del Rey ubicado en el municipio de Morales de Toro. La asociación se dividió en dos grupos que visitaron las instalaciones de la institución vinícola por la mañana y por la tarde. Durante su estancia los miembros de la fundación pudieron disfrutar de una visita guiada que desentrañó todos los secretos de la elaboración del vino desde la antigüedad hasta nuestro tiempo. La visita se encuadra dentro de una ruta organizada por la fundación que pretende difundir los acontecimientos históricos que tuvieron lugar durante la revolución de las comunidades en el entorno geográfico próximo a Villalar.

El 23 de abril la comunidad de Castilla y León celebra el día de Villalar. La festividad es la máxima expresión de la identidad castellanoleonesa en la que se rememora la batalla de en los campos de Villalar este mismo día en 1521 entre las fuerzas partidarias de Carlos I de España y V de Alemania y las comuneras de varias ciudades del reino de Castilla.

En 1517 Carlos de la casa de los Austrias hereda el trono de los reinos de España y se autoproclama rey. Llega a España sin conocer la lengua y junto a una gran corte de clérigos y nobles de Flandes lo que suscita inquietud entre la nobleza española. El punto álgido de agitación se produce cuando viaja a Alemania para ser nombrado Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Muchas ciudades comenzaron a protestar ante la posibilidad de que los territorios de Castilla pasaran a ser meras comparsas del imperio alemán, con la consecuente pérdida de independencia política y de acción.

Estas suspicacias derivaron en la revuelta comunera que se produjo en Toledo. Varias ciudades del reino de Castilla se unieron bajo el mando de Juan Padilla, que fue designado como general de la Junta Comunera. Varias fueron las ciudades que se levantaron sobre el nuevo régimen, entre ellas Toro tuvo un papel importante. La batalla final se produjo el 23 de abril de 1521 en el territorio conocido como Villalar. Allí, las fuerzas realistas aplastaron al ejército comunero rebelde. Al día siguiente los líderes comuneros, Padilla, Bravo y Maldonado, fueron ajusticiados por haber cometido traición contra el reino.

Por aquel entonces Toro era una provincia destacada del reino de Castilla. Ya 1520, primero en Santiago y luego en La Coruña los procuradores de Toro fueron de los pocos (junto a Córdoba, Murcia y Madrid) que se opusieron a nombrar a Carlos I como emperador. Además, la ciudad toresana fue uno de los focos en los que más rápido prendió la mecha de la insumisión.

Asimismo, en dirección a Toro partieron precisamente las tropas comuneras acantonadas en Torrelobatón, lideradas por Juan de Padilla, cuando el 23 de abril de 1521 fueron alcanzadas por los imperiales y derrotadas en Villalar.

La localidad zamorana nunca se ha desprendido de su relación con Villalar de los Comuneros. Precisamente, hace apenas cinco meses el Ayuntamiento de Toro y la Fundación Villalar suscribieron un convenio para ampliar la programación de eventos una vez finalizada la exposición "Aqva" de las Edades del Hombre.

Cierto es que las fuerzas comuneras sufrieron una derrota total frente a las tropas fieles al emperador Carlos I, pero no es la caída de las ciudades rebeldes lo que se celebra. El día de Villalar se ha convertido en un símbolo de resistencia, el de unos pueblos que se unieron para defender sus tierras y derechos frente al invasor extranjero.

Con el paso de los tiempos se ha presentado Villalar como la revuelta de los campesinos frente a las élites poderosas y la realidad no es tan clara. Hay diferentes versiones, pero todo apunta a que fue una lucha entre la nobleza castellana para no perder prerrogativas frente al imperio alemán.