El Ayuntamiento de Toro ha retirado 18.300 kilos de colchones acumulados, desde hace años, en una nave de propiedad municipal, tras el requerimiento formulado por la Inspección de Trabajo por el riesgo de incendio de las instalaciones. Estos trabajos han supuesto un coste de 4.496 euros que el Ayuntamiento ha tenido que abonar a una empresa especializada en la gestión y retirada de este tipo de residuos y que, como destacó ayer el concejal de Medio Ambiente, Samuel Bonis, supone un "quebranto" para las arcas municipales, ya que el equipo de Gobierno socialista no había previsto este gasto. Para Bonis el "abandono deliberado" de gran cantidad de colchones en una nave municipal, situada junto a la planta de transferencia de residuos, evidencia "las malas prácticas y la dejadez de funciones del anterior equipo de Gobierno del PP" que, en lugar de resolver el problema, provocó que "se hiciera más grande", lo que ha obligado al Ayuntamiento a actuar y a desembolsar casi 5.000 euros.

El concejal de Medio Ambiente recordó que, ya en el año 2011, el PSOE denunció públicamente la acumulación de colchones viejos en las instalaciones municipales, sin que los anteriores responsables del Ayuntamiento solventaran el problema, a pesar del grave riesgo de incendio.

La retirada de estos residuos la ha llevado a cabo una empresa especializada con la que el Ayuntamiento contactó después de que la Inspección de Trabajo realizara una visita a la planta de transferencia de residuos del municipio y comprobara que en la nave se acumulaban gran cantidad de colchones.

Tras esta visita a la nave municipal, la Inspección de Trabajo remitió al Ayuntamiento un requerimiento para que, en el plazo de un mes, procediera a desalojar la nave y a retirar todos los colchones para evitar el riesgo de incendio o, en su caso, que vallara la zona con el objetivo de impedir el paso al entorno de la planta de transferencia de residuos a personas no autorizadas. Ante la dificultad de contactar con una empresa especializada en la gestión y retirada de residuos como los colchones, el Ayuntamiento solicitó una prórroga a la Inspección de Trabajo que fue concedida y que amplío el plazo para llevar a cabo estos trabajos durante tres meses. Una vez concedida esta prórroga el equipo de Gobierno del PSOE estableció contactos con diferentes empresas y la elegida para desalojar la nave tuvo a su vez que contratar a otra, tras comprobar que con su maquinaria no podía acceder a las instalaciones municipales.

De esta manera, en una primera fase se procedió a "sacar" todos los colchones al exterior de la nave para que la empresa con la que contactó el Ayuntamiento pudiera cargarlos y transportarlos a Galicia. En este punto, Bonis destacó la dificultad de estos trabajos y que la gran cantidad de colchones acumulados en la nave han demorado su retirada, ya que se trata de residuos de gran volumen, lo que ha obligado a la empresa a realizar hasta ocho viajes para poder transportar el material.

En total, como reiteró el edil socialista, se han retirado 18.300 kilos de colchones, "regalo envenenado", del que responsabilizó al anterior equipo de Gobierno y que ha supuesto un gasto no previsto de casi 5.000 euros. Además, puntualizó que hasta que el equipo de Gobierno socialista no ha asumido la gestión del Ayuntamiento de Toro no se ha buscado una solución adecuada a este problema y a la gran cantidad de colchones acumulados en una nave de propiedad municipal. Una vez desalojada, la nave en la que se habían acumulado los colchones permanece cerrada y, por el momento, no será utilizada por el Ayuntamiento. Por último, Bonis aclaró que en la actualidad los colchones viejos son depositados en las instalaciones del Punto Limpio.