La cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla celebró ayer su solemne viacrucis y besamanos en la Iglesia de Santa María de Roncesvalles y Santa Catalina. Allí, se congregaron hermanos, familiares y fieles de la congregación para "rendirle culto y acompañar a Jesús Nazareno en su camino a la cruz", aseveró uno de los abades al inicio de la ceremonia. Ante la presencia de las dos figuras que dan nombre a la cofradía el párroco local, José Luis Miranda, dio comienzo al rezo de las XV estaciones que componen el camino de Cristo hasta su crucifixión. Al final de cada una de las estaciones la liturgia fue amenizada por la música sacra del coro "Discantus" de Valladolid.

Una vez finalizada la oración "bajo la protección y manto del Cristo Nazareno y la Virgen de la Soledad", los reunidos, que superaron el aforo de los asientos de la iglesia, procedieron a realizar el besamanos de sus patronos. La cofradía de Jesús Nazareno y Ánimas de la Campanilla tiene su origen en la primera mitad del siglo XVIII.

Hoy, la congregación religiosa, celebra a partir de las 10 de la mañana una solemne fiesta religiosa en el mismo templo donde ayer se rememoraron las etapas de Jesús hasta el calvario. Posteriormente la cofradía tiene previsto realizar la asamblea general ordinaria, donde se tratarán los temas más relevantes que afectan a la hermandad en esta inminente Semana Santa y el presente ejercicio.