La nueva empresa que, a partir del lunes, se hará cargo de las líneas de envasado, embalaje o empaquetado en la fábrica quesera, Randstad, ha iniciado recientemente el proceso de selección de los trabajadores que se encargarán de realizar esta función y, en principio, no tiene previsto incorporar a la plantilla a ninguna de las empleadas despedidas. Esta decisión responde, según el sindicato UGT, a que las trabajadoras podrían exigir "una posible concatenación de servicios". Por otra parte, para el dirigente sindical, el despido de las trabajadoras que, en pocos días dejarán de prestar sus servicios en la fábrica, evidencia que "la destrucción de empleo estable es palpable" en la comarca de Toro.

A primeros de enero, la empresa Eulen comunicó a los representantes de los trabajadores el inicio de un proceso de despido colectivo para las empleadas adscritas al servicio de envasado, embalaje y empaquetado por la finalización del contrato de prestación de servicios a Quesos del Duero. En la actualidad, la fábrica toresana cuenta con una plantilla propia integrada por alrededor de 70 trabajadores, mientras que el resto de operarios pertenecen a distintas empresas de servicios.