Al incidente ocurrido hace algunos días cuando se desprendió parte de la celosía que encierra el torreón del convento de Santa Sofía de Toro, el mal estado de la cubierta de la estructura propició que ayer tuvieran que intervenir los bomberos y la Policía Local para retirar varias tejas, ante el riesgo de que pudieran caer sobre la calle Arbas y provocar daños a los ciudadanos. Fueron los vecinos de la zona los que alertaron a los bomberos de Toro tras comprobar la inestabilidad de varias tejas y de que podían caer a la calle Arbas y, de inmediato, una dotación del parque se trasladó hasta el convento para comprobar el estado de la cubierta del torreón. Del mismo modo, en el monasterio se personó un agente de la Policía Local para colaborar con los bomberos en las tareas de retirada de las tejas del torreón e impedir el paso de peatones y vehículos, con el objetivo de evitar posibles incidentes. Al exterior del convento también accedieron dos hermanas de la congregación que habita el monasterio de Santa Sofía, alertadas por los bomberos sobre los hechos que habían motivado la llamada de los vecinos de la zona. En pocos minutos, los bomberos retiraron las tejas que presentaban una mayor inestabilidad y que fueron arrojadas a la vía pública y comprobaron el estado de otros elementos de la cubierta para constatar que no suponían un riesgo para las hermanas y para los vecinos.

Ante este nuevo incidente, que evidencia el deterioro del torreón del convento, uno de los restos del antiguo palacio que la reina María de Molina cedió hace más de siete siglos a la Orden de Hermanas Norbertinas Premostratenses, el alcalde de Toro, Tomás del Bien, destacó que el edificio precisa una intervención integral para frenar el deterioro de la torre o de otra de sus estancias emblemáticas, el patio de La Cisterna. De hecho, como reconoció Del Bien, hace unos días, acompañado por la concejala de Obras, Ruth Martín, revisó el expediente incoado por la consejería de Cultura de la Junta de Castilla y León para que el convento de Santa Sofía sea declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en la categoría de monumento. Tras obtener esta declaración, que conlleva una protección especial, el Ayuntamiento tratará de recabar ayudas para acometer una rehabilitación integral del monasterio. Por el momento y, a la espera de que puedan reunirse los fondos necesarios para ejecutar las obras, se ha creado una comisión de seguimiento de la que forman parte la Fundación Fomento Hispania, la Fundación González Allende, el Ayuntamiento de Toro, la Junta, la congregación religiosa o Rosa María Piorno, con el objetivo de impulsar pequeñas intervenciones coordinadas en el convento que permitan resolver los problemas más urgentes y frenar el deterioro del edificio.

No obstante, Del Bien reconoció que técnicos de la Fundación Fomento Hispania han elaborado un minucioso proyecto sobre la rehabilitación integral que precisa el edificio y que será presentado a diferentes instituciones en el momento en el que el monasterio sea declarado BIC, al objeto de intentar conseguir la financiación necesaria para acometer la actuación prevista. El expediente iniciado para aprobar la declaración BIC del convento detalla que en el año 1316 la reina María de Molina cedió su palacio a la comunidad religiosa y que fue objeto de importantes reformas para su adecuación al nuevo uso monacal.

Asimismo resalta que, dentro de este conjunto conventual, se conserva un espacio único conformado por los restos del antiguo palacio, entre los que destaca un pequeño patio conocido como "Patio de la Cisterna" que perteneció a la antigua vivienda palaciega y el torreón que lindaba con el primer recinto amurallado de Toro, elementos que han permanecido prácticamente inalterados hasta la actualidad, además de constituir un singular ejemplo de arquitectura civil. Precisamente, tanto en el patio como en el torreón, se han detectado las principales deficiencias del conjunto conventual, ya que uno de los muros de la torre está cediendo y provocando el desplazamiento de las columnas del patio interior, en el que también se han detectado importantes problemas de humedad. Del convento, el expediente iniciado para aprobar la declaración BIC también destaca la pequeña iglesia en la que se conservan interesantes armaduras de cubierta y el retablo tardorrenacentista, "obra maestra de la primera época del escultor Sebastián Ducete".