Los toresanos revivirán el domingo la tradicional veneración de la reliquia de San Valentín, patrón de los enamorados, en la Misa Mayor que se celebrará, a las 13.00 horas, en la Colegiata. Una vez finalizada la eucaristía, los feligreses podrán besar la reliquia que, según distintos documentos históricos, se guarda en la Colegiata desde el siglo XVI. La reliquia perteneció a Diego Enríquez, capellán del Emperador Carlos I, a quien el nuncio de Pablo III concedió en 1545 licencia para su colocación en la Colegiata de Toro. La reliquia, el cráneo del santo, se encuentra enmarcada por una caja ovalada de plata, con un cerco de puntas de sierra que data del siglo XVI y a la que un siglo después se le añadieron cabezas de ángeles alados en los cuatros extremos.