Hace algo más de dos semanas conocíamos la noticia de que Zamora es la capital de provincia de la comunidad autónoma de Castilla y León que tiene menor número de vecinos en riesgo de pobreza. Un 13,6% de los habitantes de la ciudad del Duero se encuentran actualmente en riesgo de pobreza; 8,5 puntos por debajo de la media española que en el tercer trimestre del año 2016 se ha situado en un 22,1%, según datos de la página web del Instituto Nacional de Estadística.

Sin duda, es positivo que la capital se sitúe en esta posición en relación al resto de capitales provinciales de la región. No obstante, a veces los porcentajes esconden o mitigan una realidad mucho más cruda cuando se vive de primera mano. El objetivo, sin duda, es optar a reducir ese número hasta acercarlo al cero lo máximo posible.

En estas cifras no se reflejaron informes sobre la situación de pobreza que se vive en la ciudad de Toro. Con el fin de arrojar un poco de luz sobre dicha problemática este diario ha hablado con Cáritas Diocesana de Toro, Cruz Roja de Toro y el Ayuntamiento del municipio. Para abordar esta cuestión nada mejor que acudir al abecé del periodismo y utilizar las 5W: ¿Qué? (What?), ¿cuándo? (when?), ¿dónde? (where?), ¿quién? (who?) y ¿por qué? (why?).

El riesgo de pobreza es un indicador que sirve para medir la desigualdad que existe en una región determinada. Mide el conjunto de personas que tienen una cantidad de ingresos bajos en relación al conjunto de la población y determina qué hogares disponen de ingresos inferiores a los umbrales señalados para hacer frente a las necesidades básicas.

El término exclusión social también se utiliza en algunos casos para definir esta situación.

En España, a raíz de los datos obtenidos en los últimos años se estipula que alguien se encuentra en situación de riesgo de pobreza cuando sus ingresos son inferiores a 8.011 euros al año si nos referimos a hogares unipersonales o ingresos inferiores a 16.823 euros anuales si nos referimos a hogares de dos adultos y dos niños.

A nadie se le escapa que el aumento de personas pobres y en riesgo de pobreza tiene una correlación directa con la crisis financiera que se desencadenó en el año 2008 debido al colapso de la burbuja inmobiliaria. Esta crisis ha tenido como principal víctima a los trabajadores, los cuales han visto como en los últimos ocho años se recortaban sus trabajos, sus salarios y sus derechos. En España, los altos porcentajes de desempleo han sido constantes durante todo el periodo de crisis, llegando al 25,77% en el año 2012 con casi 6 millones de parados. Actualmente, el desempleo en nuestro país se sitúa en 18,91%, pero muchos de los empleos destruidos durante la crisis no han sido recuperados. Como es obvio, si no se dispone de trabajo y las prestaciones por desempleo se acaban la principal consecuencia es la ausencia de ingresos y la pobreza como único horizonte.

Tanto Cruz Roja de Toro como Cáritas focalizan en la ausencia de trabajo el principal problema de las personas que se benefician de sus ayudas. Asimismo, la precariedad laboral surgida a raíz de las transformaciones que ha sufrido la actividad profesional durante estos años crea en muchos casos a trabajadores pobres, que "ni aún trabajando pueden cubrir sus necesidades básicas", explican desde la dirección de Cáritas.

Las cifras que se muestran en esta información corresponden a las intervenciones realizadas por estas dos instituciones durante el periodo de 2016. Cruz Roja y Cáritas actúan en Toro, su alfoz y el municipio de Fuentesaúco, lo que supondría unos 15.000 habitantes.

Cáritas atendió en el año 2016 a más de 800 personas con casi 5000 intervenciones de todo tipo. Cruz Roja, por su parte, atiende de forma asidua desde hace 3 años a unas 200 familias de todo el área comarcal de Toro.

Las personas que pueden acceder a las ayudas ofrecidas por Cruz Roja y Cáritas son aquellas que cumplan los parámetros establecidos por ambas instituciones.

Para contrastar esos parámetros ambas agrupaciones requieren a los solicitantes la documentación pertinente como facturas, cuentas corrientes, nóminas, documento de identificación, hipotecas con las entidades bancarias?

En el caso de Cruz Roja Zamora, las unidades familiares de 1 y 2 personas con ingresos inferiores a los 500 euros y las unidades familiares de 3 o más miembros con ingresos de 750 euros cumplen los requisitos necesarios para acceder a las ayudas sociales. Siempre y cuando sean residentes en Castilla Y León y no sean inmigrantes sin papeles.

Por otro lado, en Cáritas, tienen unas condiciones más flexibles que dependen del estudio individualizado de cada caso.

Ambas organizaciones, aunque disponen una política algo diferente a la hora de conceder ayudas, sí realizan un control bastante similar para que el uso que se hace de las ayudas sea el adecuado y efectivo de acuerdo a su finalidad.

Asimismo, las dos instituciones trabajan en red junto a los CEAS públicos de la provincia cruzando datos de los individuos para realizar una labor más efectiva.

La conferencia caritativa de la iglesia católica con sede en la ciudad de Toro atiende a más de 800 personas pertenecientes a Toro, su alfoz y Fuentesaúco. Todas sus intervenciones tienen que ver directa o indirectamente con personas pobres o en riesgo de pobreza. Tres son las personas encargadas de dirigir esta sede: Roberto Castaño, director de la sede y párroco; María Piorno, trabajadora social y Laura Pérez, educadora social.

Del total de personas que perciben ayudas de Cáritas el 77,5% son nacionales y 22,5% restante son extranjeros. Durante este último año, la tipología del usuario que más aumentó fueron aquellas personas con más de 35 años sin trabajo ni formación y aquellos individuos que debido a la precariedad laboral de sus empleos se han visto forzados a recurrir a esta organización.

Las acciones llevadas a cabo por Cáritas Diocesana de Toro se pueden resumir en: acogida y entrevista personal, información de los recursos de la localidad, cubrir las necesidades básicas, detectar los problemas reales de los demandantes y coordinación con otros recursos tanto internos como externos (CEAS, Cruz Roja, centros de salud y colegios). Según informan sus trabajadores desde Cáritas no están observando una mejoría, sino que el aumento de solicitantes de ayuda que surgió a raíz de la crisis económica se ha mantenido constante y no tiene visos de disminuir. También destacan el incremento de las peticiones de ayudas de "familias normalizadas" como ellos las definen. Estas unidades familiares son aquellas que previo a la crisis se encontraban en una situación desahogada y óptima con ingresos suficientes para no solo cubrir necesidades, sino para vivir satisfactoriamente, pero que a raíz de la pérdida de los empleos no pudieron hacer frente a los pagos de los créditos con las entidades bancarias y a las necesidades básicas de cualquier familia.

En esta misma línea, la confederación toresana recuerda que también muchas personas trabajadoras recurren a sus ayudas alimentarias o de pagos de recibos (luz, agua, calefacción) porque la retribución obtenida por su trabajo no le permite cubrir dichos servicios básicos.

En Toro Cáritas se financia a través de tres vías: las aportaciones de los particulares, las colectas de primero de mes en las parroquias, la Fundación Amancio Ortega, las ayudas de las empresas de la zona y las aportaciones que realizan las instituciones públicas.