El Ayuntamiento de Toro aprobó ayer, con la oposición del PP, la firma de un convenio con la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD) para la ejecución de las obras de la nueva depuradora situada en las inmediaciones del puente de piedra y que propiciará la expropiación de parte de una parcela, propiedad de un vecino, para dotar de energía eléctrica a la estación. La concejala de Obras, Ruth Martín, explicó que, con la rúbrica de este convenio, el Ayuntamiento delega en la CHD la tramitación del procedimiento administrativo necesario para llevar a cabo la expropiación de los terrenos afectados y que, en un futuro, pasarán a ser de propiedad municipal, ya que la entidad local debe asumir el coste de la ocupación forzosa. Recordó Martín que, en el año 2013, el anterior equipo de Gobierno popular suscribió otro acuerdo con la CHD por el que se comprometía a facilitar los terrenos necesarios para la ejecución del proyecto de construcción de la nueva estación depuradora.

A renglón seguido, el portavoz popular, José Luis Prieto, recriminó al PSOE que, en la comisión informativa en la que fue dictaminado este asunto, no se facilitara a la oposición toda la documentación, a la vez que dejó claro que el PP votó a favor en un principio al tratarse de un asunto de interés general para la ciudad y los toresanos. Sin embargo, en el pleno celebrado ayer, el grupo popular solicitó que el asunto quedara sobre la mesa e instó al equipo de Gobierno a negociar con el único propietario de la parcela porque, de lo contrario, estaría inculcando su derecho a defenderse. Asimismo, advirtió que, si el dueño de los terrenos emprende acciones judiciales, el proyecto de construcción de la nueva depuradora acumulará un mayor retraso. Cerró el debate el alcalde, Tomás del Bien, quien matizó que si el Ayuntamiento incumple el convenio suscrito en 2013 estaría incurriendo en presunta prevaricación. Al finalizar el pleno, el propietario de la parcela que será expropiada, Francisco Muñoz, solicitó intervenir y recordó que adquirió los terrenos "libres de cargas y gravámenes", en 2007, cuatro años después de que la CHD proyectara crear en las inmediaciones del puente de piedra una nueva estación depuradora. Por este motivo, recriminó a las autoridades locales que "saben que yo no he creado el problema sino que ha sido la CHD por su inoperancia" y reiteró su intención de recurrir el acuerdo de pleno y de interponer una demanda judicial.