La Sociedad de Cazadores de Toro realizó una batida de jabalíes ayer por la mañana a causa de los daños que los animales están causando en los cultivos. El número de ejemplares abatidos asciende a cuatro en una jornada que se extendió desde las nueve de la mañana hasta prácticamente el anochecer, pasadas las cinco de la tarde en el pago de la Fuente de la Francesa. Desde la asociación destacan que "ha sido una jornada libre de incidentes" y se muestran "contentos por contribuir a mejorar el estado del campo".

El elevado número de jabalíes está tensando la cuerda de agricultores y cazadores, los cuales tienen un mismo fin: reducir drásticamente la cantidad de ejemplares presentes en las tierras de Toro y su Alfoz. Los daños en los cultivos son reiterados y cada vez mayores, con el perjuicio económico que eso produce a los propietarios agrónomos y el enfado consecuente. Tras un año 2015 sin batidas, esta mañana de caza pretende aligerar la presencia del animal y con ella los desperfectos que produce en tierras de cultivo y en el propio coto.

Los jabalíes entran en las fincas de labranza, especialmente durante la época de siembra, y levantan el grano. Igualmente, también se introducen en los campos de maíz cuando este está seco para alimentarse. De la misma manera, los cerdos salvajes producen daños en el coto que han de ser arreglados por los propios cazadores. Por supuesto, otro de los peligros que acarrea la convivencia con este animal son los accidentes de tráfico, circunstancia asidua en nuestras carreteras. El último ejemplo también afectó al tráfico ferroviario, con el atropello por parte del tren regional entre Valladolid y la localidad zamorana de puebla de Sanabria; el animal cruzó la vía en la zona de las aceñas de Toro.

El presidente de los cazadores, José Antonio Melgar, afirma que las quejas que les han trasmitido los agricultores se ha disparado, ya que "casi todos los terrenos de la vega de Toro y la zona que linda con el entorno militar de Monte la Reina se han visto perjudicados por la presencia del animal". A las pérdidas materiales se les suma el hastío de ambos colectivos que reviven esta situación cíclicamente desde "hace más de 20 años", afirma Melgar.

Los escopeteros denuncian que tienen las manos atadas debido a que el Ministerio de Defensa no les habilita las autorizaciones necesarias para entrar a cazar en la zona militar, refugio natural del animal. "Los agricultores son perfectamente conscientes de donde viene el problema y es del entorno militar", señala Melgar. Los animales pululan por todo el coto, pero en su proceso de adaptación al medio han entendido que en la zona militar no son molestados y lo utilizan como resguardo.

¿Qué alega el Ministerio de Defensa? Según el presidente de los cazadores, "la institución pública afirma que las tierras están en un proceso de venta y hasta que no finalice no habrá autorización para poder cazar". Ante esta situación los cazadores se encuentran desesperados y Melgar advierte que solo le quedan dos opciones de persistir esta situación: "O abandonamos el coto o denunciamos al ministerio para que cubra los daños que producen los jabalíes".

En la actualidad se desconoce la cifra exacta de ejemplares que hay en el coto toresano, entonces es imposible afirmar a ciencia cierta si la población de jabalíes ha aumentado respecto a años pasados. Sin embargo, cazadores y agricultores aseveran que se la presencia de huellas es mucho más numerosa, ergo el número de animales se supone mayor. José Antonio Melgar detalla que "la población es elevadísima y que cada vez hay más, más y más". "En la zona militar debería haber una cuarta parte", sentencia el escopetero.

De momento, y con la posibilidad de abandonar el coto en el aire, ya hay prevista una nueva batida para el puente de la constitución. En la que los cazadores toresanos podrán volver a salir a la busca del jabalí.