Las políticas sociales en España y Europa, la pérdida de incidencia de las mismas o el aumento de la desigualdad fueron algunos de los asuntos en los que profundizó el profesor de Economía Europea y de Organización Económica Internacional de la Universidad Complutense de Madrid, José Antonio Nieto Solís, en la ponencia que ofrecida en la Casa de la Cultura de Toro englobada en el ciclo "Hablemos de Economía" organizado por ProCulto.

-¿Tiene futuro la política social en Europa?

-En la situación actual es muy difícil pensar en positivo acerca de la política social europea. Obviamente, si cambian las condiciones podrá volverse a hablar del proyecto de la dimensión social de Europa pero ahora el panorama, las expectativas y la situación no son favorables.

-¿Por qué cree usted que no son favorables?

-En primer lugar, porque se han recortado las políticas sociales y eso ha tenido efectos importantes en el crecimiento de la pobreza y la privación de condiciones materiales para vivir y del empleo y, en segundo lugar, porque en la Unión Europea nunca se dio una gran importancia a las políticas sociales. Se diseñaron como un complemento del mercado interior y común, se acompañó todo ello con políticas de cohesión y de fondos estructurales y, finalmente, cuando se le ha querido añadir la ciudadanía europea en los últimos 10 o 15 años nos hemos encontrado con una Europa en crisis, sin presupuestos, sin voluntad política y con problemas añadidos como los refugiados. Esa combinación hace difícil recuperar lo que en algún momento se llegó a llamar la política social europea.

-Aun en tiempos de crisis económica, ¿Cuáles son las medidas que no se deben cambiar o recortar?

Las políticas que configuran el estado del bienestar no deberían tocarse. Sanidad pública universal accesible para todos, y educación pública, aunque conviva con la privada, respetando el principio de igualdad de oportunidades sin ningún tipo de discriminación ya que si no, estamos perdiendo talento. Además de ellas, las políticas de ayudas al desempleo, a las pensiones o a discapacitados y personas dependientes. Ese tipo de "gasto social" también es una inversión que crea trabajo, da bienestar y felicidad a la gente y a su vez reproduce un circuito de renta capaz de activar la economía.

-¿Las medidas de austeridad han resultado efectivas para solventar la crisis?

-No. Porque la austeridad es un valor positivo. Sin embargo, el tipo de austeridad que se ha promovido desde Europa es exagerada y mal entendida porque no se ha aplicado a quienes tienen la responsabilidad fundamental de la crisis que son los bancos y el sector financiero.

-¿El turismo debe ser el principal eje para reflotar la economía española tras el declive de las renovables o la construcción?

-El turismo hay que aprovecharlo, es un maná que cae del cielo y no se puede despreciar. Lo que hay que procurar es, en primer lugar, que genere empleo de calidad y, en segundo lugar, el turismo no puede ser el eje motor de una economía desarrollada y que aspira a tener un nivel alto de renta.

-¿Cuál considera usted que podría ser la apuesta productiva de cara al futuro?

-Creó que en lo que se debe invertir es en servicios de calidad. Los países de mayor nivel de desarrollo son punteros en este ámbito. La investigación y desarrollo tecnológico permite generar riqueza en los servicios y la alta cualificación profesional permite una mayor prestación de servicios de todo tipo tales como el transporte, enseñanzas, sanidad. Ahí creo que sí que se puede poner el énfasis en España, en aumentar el beneficio que genera la actividad de los servicios. Si tienes una base industrial mejor todavía pero, en casi toda Europa, excepto en Alemania, las industrias han pasado a tener un papel secundario. Lo importante es conseguir que los sueldos no sean el elemento de competitividad y eso lo consiguen los países que tienen gente bien formada.

-Zamora es una provincia dedicada al sector primario (agricultura y ganadería) ¿Cómo se encuentra?

-Precisamente en Europa hay políticas en torno a la política agrícola común que tienen el objetivo de servir de ayuda a territorios como Zamora y otras regiones que tienen la base de su actividad en la agricultura. Yo creo que es una cosa positiva que Zamora ofrezca en el contexto europeo ventaja aunque, el futuro es difícil de predecir. Lo que se debe hacer es mantener el sector, reformarlo y ganar población, en vez de perderla, ya que a partir de un aumento de la misma se generan economías y dinámicas de mercado que refuerzan esta actividad. En Francia, por ejemplo, hay regiones agrícolas donde la gente vive muy bien y debería ser posible también en otros territorios como Zamora.

-¿Tiene futuro la UE como modelo para competir con el resto de potencias mundiales ?

-Creo que el modelo europeo tiene futuro si somos capaces de sostener sistemas fiscales modernos, progresivos, eficientes y sostenibles. Si conseguimos mantener la característica que ha tenido Europa de tener una fiscalidad elevada que ha facilitado el bienestar y que ha permitido el crecimiento económico, el modelo europeo tendrá sentido.