La tromba de agua, que el pasado miércoles descargó en Toro cerca de 14 litros por metro cuadrado en poco más de quince minutos, ha obligado a trasladar el concierto programado para mañana en el Teatro Latorre a otro emplazamiento y a posponer una obra infantil, hasta que los fosos del inmueble puedan secarse para ser utilizados de nuevo. Así lo confirmó ayer el alcalde, Tomás del Bien, quien realizó un primer balance de las consecuencias del aguacero y que obligó a los bomberos de Toro a realizar distintas intervenciones en calles, viviendas, bodegas o el propio teatro, para achicar agua durante casi siete horas. Reconoció Del Bien que, gracias a la actuación de los efectivos del Parque de Toro, en colaboración con la Policía Local, "los problemas se solventaron con rapidez en la calle Corredera, en otras zonas y en viviendas", aunque la peor parte se la llevó el teatro Latorre, en el que el agua anegó el foso y un sótano utilizado como almacén.

En este punto, aseguró que en el sótano el agua llegó a alcanzar el metro de altura, lo que obligó a los bomberos a emplearse a fondo para su evacuación aunque, como precisó, el teatro Latorre no ha sufrido daños de consideración. En el día de ayer y a la espera de que un equipo de peritos realice un estudio, se instalaron ventiladores en las estancias afectadas y se realizó una comprobación sobre el funcionamiento de la instalación eléctrica que no resultó dañada.

Por otra parte, el alcalde se refirió a las balsas creadas en la travesía de la N-122 y destacó que, en esta zona, las alcantarillas se desbordaron no por un problema de mantenimiento o por la suciedad acumulada después de muchos meses sin llover, sino por la gran cantidad de agua descargada en pocos minutos.

Recordó Del Bien que, tanto en las inmediaciones de la rotonda de acceso a la calle Corredera como en el cruce de la carretera de Pozoantiguo, cuando llueve con intensidad se generan balsas de agua, problema que achacó a que la carretera N-122 en ambos puntos tiene una cota que sobrepasa en 60 o 70 centímetros la que debería tener. Este hecho provoca que el agua de lluvia "evacúe" en esos dos cruces y que las tuberías no puedan absorber de inmediato el agua acumulada, sobre todo si es descargada en pocos minutos y con tanta intensidad como el pasado miércoles. Ante esta situación, el alcalde recordó que el Ayuntamiento tiene previsto actuar en breve en la travesía de la N-122 a su paso por la ciudad, por lo que "estudiaremos soluciones alternativas para evacuar el agua".

Por otra parte, las lluvias registradas en las últimas horas han obligado a paralizar las labores de vendimia en la Denominación de Origen Toro, campaña en la que hasta la fecha se han recogido un total de 13.227.117 millones de kilos de las cuatro variedades de uva autorizadas en la zona.

El director técnico del Consejo Regulador, Santiago Castro, destacó ayer que las precipitaciones han dejado, en apenas dos días, cerca de 30 litros por metro cuadrado, lo que ha obligado a las bodegas y a los viticultores a paralizar la recolección del fruto, lo que retrasará el final de la campaña.

En este punto, aseguró que las precipitaciones de las últimas horas y las que se esperan para el inicio de la próxima semana ralentizarán la campaña, cuyo final se pospondrá hasta la última semana de este mes, cuando, por ejemplo, el pasado año concluyó el 13 de octubre.

No obstante, el director técnico del Consejo Regulador matizó que, este año, la campaña de vendimia ha comenzado con una semana de demora por el retraso acumulado en la floración de las cepas. En cuanto a la posibilidad de que el agua acumulada en el terreno y la humedad provoquen enfermedades, se mostró convencido de que "es difícil" que a estas alturas de la campaña puedan aparecer botrytis o mildiu. Además, apuntó que la mayor parte de los viñedos que quedan por recoger son espalderas, con lo cual "la problemática de enfermedad fúngica es complicada". Del mismo modo, apuntó que el agua podría provocar un descenso del grado alcohólico o un ligero aumento de producción, pero "la madurez va a continuar mientras haya hoja verde".

En principio las lluvias no modificarán las previsiones en cuanto a la cosecha de uva que se espera recolectar en la Denominación de Origen Toro y que, como recordó Castro, rondará entre los 19 y los 22 millones de kilos, lo que supondrá un 10 o un 15% más de producción respecto a la campaña de vendimia del pasado año. De las 61 bodegas inscritas en el órgano vinícola toresano, 23 ya han cerrado sus puertas y el resto concluirán las labores propias de la vendimia y de recepción de uva durante los próximos días.

Del total de kilos recogidos hasta la fecha por las bodegas de la zona, según explicó Castro, alrededor de 45.000 se corresponden con la variedad tinta garnacha, mientras de uva blanca se han recolectado en la Denominación de Origen Toro cerca de medio millón de kilos de verdejo y un millón de la variedad blanca malvasía. El resto del fruto recolectado por los viticultores y bodegas de la zona es de la variedad autóctona tinta de Toro.