En su recta final y a la espera de conocer si la Fundación Las Edades del Hombre y la Junta de Castilla y León aceptan la solicitud realizada por el Ayuntamiento para que la exposición Aqva pueda permanecer abierta hasta el puente de diciembre, en el día de ayer fueron numerosas las personas que decidieron aprovechar la Fiesta de la Hispanidad para recorrer las sedes que albergan la muestra y disfrutar de otros encantos de la ciudad. Desde primera hora de la mañana, los visitantes aguardaron largas colas para poder acceder a la Colegiata y a la iglesia del Santo Sepulcro y admirar las 139 obras que conforman la magna exposición. De forma escalonada y siguiendo las indicaciones del personal de la Fundación, los viajeros pudieron conocer, en una visita libre o con la ayuda de guías y audioguías, las pinturas, esculturas, piezas de platería o las pilas bautismales que se exhiben con motivo de Aqva. Con el objetivo de facilitar el acceso a más personas, durante el día de ayer y al igual que durante los fines de semana, la exposición permaneció abierta en horario ininterrumpido, desde las 10.00 hasta las 20.00 horas.

Tras el recorrido por la muestra de arte sacro, muchos optaron por desplazarse hasta el centro de recepción de visitantes para descubrir el interior de uno de los edificios más emblemáticos de Toro, el Alcázar, que se ha convertido en uno de los monumentos más visitados de la ciudad. Sin duda, uno de los principales atractivos de este monumento es, tras su restauración, el paseo de ronda o adarve, desde el que los turistas pudieron admirar unas impresionantes vistas de la vega toresana. En la jornada festiva, muchos turistas también aprovecharon su estancia en Toro para visitar otras iglesias o el monasterio del Sancti Spíritus y para disfrutar del tradicional "tapeo" por los bares de la ciudad o de los vinos de la Denominación de Origen.