El pincel, las pinturas y el lienzo permitían visionar la ciudad de Toro, tanto a sus vecinos como a visitantes, de un modo diferente y artístico, a través de la mirada de medio centenar de artistas que participaron en la XXI edición del Concurso Nacional de Pintura al Aire Libre en memoria, este año, de Florentino Vicente.

Los artistas se distribuyeron por diversos puntos de la ciudad desde primeras horas de la mañana para inspirarse en la realización de sus creaciones. De esta forma, los pintores dieron rienda suelta a su imaginación para plasmar su visión de la ciudad mediante el uso de diversas técnicas artísticas. Unos trabajos que los paseantes pudieron disfrutar durante la tarde, antes de conocer el veredicto del jurado, en los que se reflejaban la ciudad, diversos monumentos y lugares emblemáticos, oficios o los que hicieron un guiño a la exposición de las Edades del Hombre. Los pintores llegaban de diferentes lugares de la geografía española como Asturias, Cantabria, Madrid o el País Vasco, además de representantes locales y de diversas provincias de Castilla y León.

Mediada la tarde, el jurado dio a conocer el veredicto de la XXI edición del Concurso Nacional de Pintura al Aire Libre. El primer permio, dotado con 1.600 euros y un estuche de vino, fue para Eduardo Baamonde (Pontevedra), que plasmó la cuesta del matadero en acrílico sobre lienzo, combinando luz y color para crear las formas del cuadro. Este artista gallego ya se había presentado en otras ocasiones, pero es la primera vez que se alza con el galardón.

El segundo premio, dotado con 1.000 euros, fue para el ganador del año pasado, el segoviano Raúl Sánchez, por una acuarela que representa a la ciudad vista desde fuera, como un guiño a Las Edades.

En cuanto al tercer puesto, cuya cuantía era de 700 euros, el elegido fue Carlos Caño, de Valladolid, por un trabajo en el que ha recogido una fachada con la Colegiata de fondo, una obra en acrílico hecha con el objetivo de transmitir su técnica y uso de los colores. Los tres premiados fueron obsequiados con un estuche de vino.

Durante la gala, el alcalde, Tomás del Bien, tuvo unas palabras en recuerdo de Francisco Mateos, un pintor del Alfoz recientemente fallecido, así como para Florentino Vicente, el artista a quien se le dedica esta edición del concurso a título póstumo.

Tras la entrega de los galardones del concurso de pintura rápida, el regidor dio a conocer los premios a los estudiantes de colegios e institutos de Toro en los certámenes literarios y de dibujo cuyas obras debían versar sobre el vino. Los certámenes se dividían en dos categorías en función de las edades. Los ganadores recibían una placa conmemorativa y 36 euros para y los segundos clasificados una placa y 24 euros.

De esta forma, en la categoría A del concurso literario ganó Alejandro Tejeda (Amor de Dios) y quedó segunda Ruth Domínguez (Hospital de la Cruz), y en la categoría B el ganador fue Miguel Ángel Sarmiento (Amor de Dios) y la segunda clasificada Raquel García (Amor de Dios).

En cuanto al certamen de dibujo, en categoría A el vencedor fue Joao Freitas (Hospital de la Cruz) y el segundo puesto para Héctor Conejo (Hospital de la Cruz), mientras que en la categoría B ganó Daniela Tapia (Amor de Dios) y consiguió la segunda clasificación Jimena Posada (Amor de Dios).