El escritor gallego Suso de Toro se muestra feliz y agradecido tras haber sido el elegido para inaugurar las Fiestas de la Vendimia de 2016 en Toro. Una ciudad con la que tiene un vínculo especial, tanto familiar como personal, así como con sus vinos, de los que es un gran admirador.

-¿Cómo se siente tras ser elegido pregonero de las Fiestas de la Vendimia 2016?

-Públicamente me siento muy honrado, mientras que íntimamente muy gratificado ya que para mí es un regalo íntimo y especial. Tengo una relación afectuosa con Toro, Zamora y las tierras de Sayago donde hay historia familiar en la que hay un hueco y una cierta herida y dolor en mis orígenes. Había una necesidad en mí de establecer un vínculo con esa tierra, y que esta me acepte y me acoja me recompensa, me da una gran satisfacción.

-¿Se esperaba ser designado para inaugurar dichos festejos?

-Siempre me hizo ilusión desde que escribí un libro sobre esos lugares. De hecho en el Magazine dominical que se reparte con LA OPINIÓN-EL CORREO DE ZAMORA publiqué hace unos años un reportaje sobre sus vinos que se llamaba "Tinta de Toro". Era un reportaje por la ciudad y por las bodegas que además pretendía hacer visible el valor de esos vinos y esa tierra.

-¿Sobre qué versará su pregón?

-Hay una idea esencial para mí. El mero motivo de interesarme por los vinos de Toro es porque me intereso por esa tierra. Este es un fruto de una tierra, en el sentido físico, así como el fruto de las gentes de ese lugar. La tinta de Toro es, desde el punto de vista genético, similar a las de otros lugares de España que las denominan tempranillo, pero en Toro adquiere un sabor y carácter especial debido tanto al suelo como al clima, que es también producto de la gente. Hace años mi padre tenía un bar, que aún pertenece a mi familia, traía vino de Toro que quería vender por su amor a Zamora. Cuando decimos que nos gusta un vino, también estamos diciendo que tenemos simpatía por una tierra.

-Su relación con Toro parte de una visita que hace a la ciudad y en la que descubre los orígenes de su abuelo, del que usted descubrió que fue abandonado en un convento de la ciudad. ¿Qué sintió al conocer esta situación?

-Para mí fue muy importante en mi vida personal. Era una persona adulta y fue un descubrimiento especial, ya que había una historia de parte de mi familia desconocida y me impresionó mucho. Yo no tengo familiares en Toro, aunque habrá personas de mi misma ascendencia. Esos son los misterios de la vida.

-¿Por qué dichas vivencias las reflejó en su libro "Siete palabras"?

-Porque lo necesitaba. Un escritor el modo que tiene de actuar es escribiendo libros y de algún modo yo cuando descubro esa circunstancia tengo que hacer una investigación muy amplia tanto en mi pasado, mis recuerdos de niñez, como en la memoria de mi abuela o la historia de mi padre. También ir hasta la fuente del nacimiento de ese niño que se realiza en el hospicio de Toro. Era una historia complicada que precisaba de una enorme tarea de investigación que me iba a afectar en mi vida y por ello me di cuenta que tras este intenso trabajo de búsqueda tendría que hacer un libro en torno al mismo.

-¿En que difiere de la realidad la trama del libro?

-El libro es una novela y quien lo lee, lee un relato que se basa profundamente en la realidad y en mis experiencias que yo viví. En mis vivencias en los trabajos de investigación a través de mis conversaciones con personas y familiares o viajando a Cuba siguiendo los pasos de mi abuelo, la consulta de documentos en los archivos de Zamora, donde me encontré personas muy amables que me ayudaron a dar los primeros pasos para descubrir aquel fantasma que era, para mí, mi abuelo.

-Además, está previsto que se realice una película sobre este libro.

-El proyecto de la película está endemoniado. El director José Luis García Sánchez ("Los paraísos perdidos") se entusiasmó con el libro. El productor no consiguió la financiación que sí ha conseguido con otro productor, aunque el proyecto está parado y prefiero no entusiasmarme con él.

-Ha destacado en muchas ocasiones el valor cultural y patrimonial de la ciudad que ha recorrido de la mano de su amigo José Navarro Talegón. ¿Qué tiene Toro de especial?

-Cuando pienso en Toro como un lugar que tiene memoria histórica, y que es consciente de su pasado y patrimonio, además de ser querida, pienso en José Navarro Talegón que es para mí como un ángel tutelar. Las ciudades y las tierras necesitan de personas que las quieran y este es su caso. Nos conocimos con un encuentro fortuito a raíz de mi libro y fue cuando descubrí, tras una primera impresión por mi cuenta, un patrimonio tremendo que posee Zamora, sobre todo desde el punto de vista arquitectónico. Zamora, al igual que Toro, son lugares que tuvieron como consecuencia de la historia un peso importante en el pasado y que luego pasan a estar más relegados. En este sentido, Toro no tiene un patrimonio arquitectónico tan impresionante como el de Zamora pero tiene un patrimonio interior que es una joya desconocida.

-Por otra parte, usted es un gran apasionado de los vinos de Toro, ¿qué destaca de los mismos?

-Personalmente lo que me gusta es su sabor. Hay otros vinos en el mercado español que son tintos que me tenían bastante cansado y descubrir los vinos de Toro, me resultó muy motivador.

-Para Suso de Toro, ¿han variado mucho los caldos toresanos?

-Lo que tengo es un afecto apasionado. Son vinos probadamente contrastados aunque mi relación con ellos nace del afecto y de querer mantener un vínculo con ese lugar.

-En cuanto a su trayectoria como escritor, publicó "Sonámbulos" en 2014, su primer trabajo tras su retirada en 2010. ¿Qué le motivó a recuperar su faceta de escritor?

-El clima político que se vive en España y cómo se cierra el círculo de la democracia sobre sí mismo. Un círculo que se inició con la muerte de Franco y los problemas por los que no funciona la democracia española. En 1976 se planificó un futuro sin propósito de enmienda, al no reconocer los errores, y creo que la democracia está en una crisis tremenda que no es solo económica sino también falta un proyecto colectivo inclusivo que reconozca a todos, para el que haría falta hablar con sinceridad, que no se ha hecho.

-¿Dónde se ve Suso de Toro en el futuro?

-Espero hacer una vida más tranquila, dedicado a las labores de mi hogar y sin la sujeción de dar clase y de ser un escritor profesional. Me he jubilado como profesor y seguiré escribiendo aunque alejado del profesionalismo. He empezado una novela que realizaré con calma y que protagoniza un hombre de 65 cuya vida estalla de repente.