El bodeguero y enólogo Felipe Nalda Álvarez fue elegido ayer nuevo presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Toro y sustituirá en el cargo a Amancio Moyano que, desde el año 2003, ha desempeñado esta función. Durante la sesión de constitución del nuevo pleno del ente regulador se presentaron dos candidaturas a la presidencia aunque, tras la votación, Nalda obtuvo seis de los diez votos emitidos por los vocales, frente a los cuatro conseguidos por el bodeguero Guillermo Díez.

La candidatura de Nalda fue presentada en la sesión por Beatriz Fernández y fue respaldada por los vocales que representan a las cuatro bodegas de la asociación Fomentoro y los responsables de dos industrias, Maurodos y Teso la Monja, que no forman parte de este colectivo y que concurrieron a las elecciones en candidaturas independientes. Por su parte, la candidatura de Guillermo Díez fue presentada en el pleno celebrado ayer por Carmen Rodríguez Méndez y consiguió el respaldo de la bodega del mismo nombre.

En la votación, los tres vocales obtenidos por la Alianza Upa-Coag no respaldaron ninguna de las dos candidaturas y tampoco propusieron a un candidato alternativo a la presidencia del Consejo Regulador. El nuevo presidente de la Denominación de Origen Toro procede de una familia bodeguera de La Rioja y, hace 17 años, se trasladó a Toro para dirigir Bodegas Torreduero y elaborar los vinos de la firma. Nalda tiene 45 años y ha formado parte de los comités de cata y de certificación del Consejo Regulador y, durante seis años, ha desempeñado el cargo de secretario de la asociación de bodegueros Fomentoro.

En cuanto a su elección, reconoció que decidió dar el paso para acceder a la presidencia animado por el grupo de bodegueros y con la intención de conseguir un objetivo común que debe unir a todo el sector y que no es otro que tratar de incrementar las ventas de los vinos que se producen al amparo del marchamo de calidad toresano. Además, Nalda se mostró convencido de que, hasta ahora, no ha existido un grupo tan heterogéneo dentro del órgano de gestión del Consejo Regulador y destacó que todos los estratos, en alusión a bodegueros y viticultores, "estarán representados en el pleno, porque nunca ha habido un grupo tan representativo de lo que es Toro". Incluso reconoció que "hay un gran ausente" dentro del pleno, en referencia a la cooperativa Covitoro que, por primera vez desde que fuera aprobada la Denominación de Origen Toro, no estará representada en el pleno, por lo que anunció que "siempre contaremos con ella".

De hecho, destacó que el pleno no será un órgano cerrado a los diez vocales que lo integran sino que estará abierto a propuestas o inquietudes que quieran plantear tanto viticultores como bodegas y siempre buscando el mayor consenso posible. Después de tomar posesión en el cargo, Nalda dedicará los próximos días a "ponerse al día", aunque como primer reto se marca una revisión del marco normativo o reglamento que no se modifica desde el año 1987. En este punto, aseguró que su pretensión como presidente es que el Consejo Regulador pueda contar con un nuevo reglamento que "nos permita tener las mismas oportunidades que otras zonas vitivinícolas con las que competimos". Por último, agradeció a Amancio Moyano el trabajo realizado.