La implantación del viñedo biológico en Toro es una alternativa viable, como asegura el ingeniero técnico agrícola, Javier López Carriches. "Esta zona tiene un enorme potencial y la producción ecológica será muy fácil de conseguir debido a que no es un clima especialmente duro de cara a la aparición plagas y enfermedades. Además, el límite de producción de 6.000 kilos por hectárea no supondría para el viticultor mucha presión. La agricultura ecológica es un elemento importante para darse a conocer como ya está ocurriendo en muchas bodegas que trabajan bajo las directrices de la política medioambiental con, por ejemplo, la utilización de abejas para fomentar la polinización".

Una reflexión realizada por este asesor en viticultura ecológica que impartió una jornada informativa sobre el manejo del viñedo ecológico ayer en el salón de actos del Ayuntamiento de Toro. A dicha conferencia, organizada por la Consejería de Agricultura y Ganadería en colaboración con la Unión de Campesinos de Castilla y León, asistieron una veintena de viticultores castellano-leoneses. Una ponencia que como afirmó uno de los asistentes, José Manuel Ibáñez, de Burganes de Valverde, "es una charla interesante y que sirve para saber lo que hay que hacer en este tipo de viñedo ecológico".

López Carriches abordó la normativa del viñedo ecológico, la estadística de la representación en Castilla y León y Zamora de este tipo de cultivo o las técnicas de manejo y la toma de decisiones en viticultura ecológica. En este apartado el ponente explicó la incidencia de diversos factores como el clima, el suelo, la planta, la gestión de la vegetación albertipia así como la maquinaria necesaria en este tipo de viñedos, como el arado intercepas que trabaja en la línea de cultivo, el uso de desbrozadoras o las ventajas e inconvenientes de las cubiertas vegetales. Durante la jornada, López Carriches también hizo hincapié en los aportes nutricionales y las estrategias del control de plagas, donde el arado intercepas es uno de los principales utensilios a utilizar en las viñas para combatir esta situación.

En cuanto a la normativa existente, Javier López Carriches explicó que "un cultivo es ecológico siempre que esté certificado de esta manera. La diferencia con la agricultura tradicional es que básicamente la ecológica excluye los productos químicos de síntesis, muy extendidos en este último siglo y que han traído consigo una gran cantidad de problemas medioambientales y de salud". En el cultivo ecológico "se une el concepto de la calidad con lo saludable y lo medioambiental. Debemos preocuparnos de la salud tanto nuestra como del consumidor final y no todo lo económicamente rentable es válido".

Este tratamiento con productos orgánicos supone "una ventaja evidente para todo el ecosistema" como afirma otro de los asistentes, José Mario Domínguez de San Pedro San Pedro de Latarce. Una visión también compartida por otro participante en la jornada, Mario Alonso, de Toro, quien asegura que "no se utilizan ni insecticidas, ni abonos químicos. Es un trabajo más rústico y mucho más natural".

Una actividad que se está desarrollando actualmente en España en 84.000 hectáreas de viñedo ecológico que representa un 10% de la producción vinícola española. En el caso de Castilla y León hay 2.200 hectáreas de las que 370 se localizan en Zamora.

En cuanto a la incorporación del viñedo ecológico en la zona, José Mario Domínguez, de San Pedro de Latarce, asegura que "este debería consolidarse. En el término municipal de mi localidad tres cuartas partes del mismo se destinaba a viñedo hace 40 años y ahora prácticamente no queda nada. El terreno está compuesto por arena y canto, que no da casi trigo ni cebada ni en un año bueno, y está claro que este cultivo sería una buena alternativa. Sin embargo, estamos fuera de la zona de la denominación de origen y hay miedo a dar el paso de instalar el viñedo ecológico a pesar de que es un terreno apropiado para ello".

En relación a la rentabilidad de este tipo de cultivo, López Carriches afirma que "los costes de producción superan en un 20% la inversión frente al viñedo convencional, aunque la uva ecológica tiene un mayor sentido de calidad. Los datos reflejan que hay una mayor demanda de productos ecológicos de cara, sobretodo, a la exportación, y en España dependemos mucho del mercado exterior".

Por otra parte, la producción ecológica sin ayudas económicas externas (públicas o privadas) depende de diversos factores como el precio de la uva. López Carriches incide en que "hay zonas de Castilla y León que se paga hasta 3 euros por kilo exigiendo que sea ecológica y otras que se paga a 20 o 30 céntimos y en este último caso sí dependería de ese tipos de aportaciones del exterior"

Por último "hay muchos viticultores en Toro que han dejado de utilizar herbicidas porque piensan, y yo lo corroboro, que afectan a la planta. El uso de estos productos es muy cómodo y rápido de utilizar y ha propiciado el acomodo del agricultor restando su capacidad de innovar".