La campaña de recepción de la remolacha podría comenzar el 4 de octubre en la fábrica de Toro. Una fecha que ha sido propuesta por la industria a los responsables de las organizaciones del sector remolachero y que dependerá de la evolución en el desarrollo de la planta así como de la climatología que se de en próximas fechas. Estas previsiones no distan demasiado de los plazos de la anterior campaña, que se abrió el 1 de octubre, y según valora Fernando García, responsable del sector remolachero de COAG de la Zona Norte, "sería una buena fecha para iniciar los trabajos, si el tiempo lo permite, en los terrenos más fuertes y una vez que vaya avanzando el otoño y el invierno realizar las labores de recolección en las tierras más ligeras", una manera de actuar que se ha hecho de forma habitual en la fábrica de Toro y que ha sido buena en anteriores campañas, "aunque el tiempo será el encargado de marcar los plazos".

En la zona de cultivo que abarca la fábrica toresana los terrenos se sembraron en su mayor parte en los meses de marzo y abril y el ciclo evolutivo de la planta de la remolacha avanza a un ritmo correcto. Sin embargo, una menor extensión de terreno, en parcelas ubicadas sobre todo en Salamanca, Palencia y Ávila, que se sembró meses después a consecuencia del temporal de lluvia no avanza al mismo ritmo. En sentido, Fernando García incidió en que "si durante el otoño el tiempo acompañara se podría mejorar el desarrollo de la planta tanto la que avanza a buen ritmo como la que lo está haciendo con retraso", situación que have prever "una campaña en la fábrica de Toro sebastante aceptable, similar al año anterior, incidiendo en las parcelas que avanzan a un ritmo más lento".

En algunas plantaciones están apareciendo diversos casos de oídio y la cercospora, unas enfermedades que como afirma el responsable del sector remolachero de COAG "son habituales cada campaña. El oídio suele aparecer finales de julio y los primeros de agosto, mientras que la cercospora está apareciendo en estas fechas. Son enfermedades que se dan por lo general cada campaña y el agricultor se encuentra preparado para combatirlas desde el momento en que aparecen con diversos tratamientos". No ha aparecido la Rhizoctonia, un patógeno de las plantas que genera podredumbre, como sí se ha producido zonas de León pertenecientes a la fábrica de La Bañeza a consecuencia de las lluvias primaverales y que puede disminuir la producción de remolacha en dicha zona entre un 20% y un 40%.

Por otra parte, la cantidad de hectáreas contratadas en la fábrica de Toro se sitúa en torno a las 8.400, casi un millar menos que el pasado año debido a la ingente cantidad de lluvia caída en primavera, que impidió a muchos agricultores de Ávila Salamanca y Palencia plantar la remolacha.

Fin de las cuotas

En otro orden de cosas, esta campaña 2016-17 será la última en la que se establezcan cuotas remolacheras que desaparecerán el próximo año. Una situación que permitirá una contratación de azúcar que será libre la próxima campaña. En relación al precio del azúcar, en las últimas fechas este se encuentra en pleno crecimiento, un aumento que para Fernando García "es positivo aunque avanza a un ritmo lento".

Por otra parte, en cuanto al acuerdo alcanzado a finales de la campaña pasada entre la industria y los responsables del sector para el cobro de los portes de la remolacha por parte de los cultivadores a un precio similar que el establecido para los transportistas, Fernando García afirmo que "en la reunión que se mantenga con la industria en próximas fechas uno de los temas a tratar en la negociación será el precio del transporte". Un encuentro del que se prevé que se mantengan los términos alcanzados en fechas anteriores para el cobro de precios similares en el transporte del cultivo, tanto para el transportista como para el agricultor, que traslada la remolacha por cuenta propia.