El óptimo estado sanitario del cultivo de remolacha y la evolución positiva en cuanto a su desarrollo hacen prever una "buena campaña" en la Azucarera de Toro, a pesar de la reducción de hectáreas sembradas para la próxima temporada en la zona, como consecuencia de las lluvias registradas durante la pasada primavera. El responsable del sector remolachero de la Alianza Coag-Upa, Fernando García, recordó que la siembra de raíz en la Azucarera de Toro ronda este año las 8.300 hectáreas, frente a las 9.000 destinadas a este cultivo el pasado año. Además, destacó que, en estos momentos, "la remolacha está bien", en alusión a su estado sanitario, aunque los cultivadores han iniciado los tratamientos contra algunas enfermedades como la cercospora y el oídio.

En este punto, García aseguró que, en el caso de la Azucarera de Toro, la siembra pudo realizarse sin complicaciones, salvo en algunas parcelas de la fábrica en las que la plantación fue más tardía. De esta manera, los cultivadores que entregan su producción en la planta toresana pudieron ajustarse al calendario propicio para realizar la siembra, a diferencia de otras como La Bañeza o Miranda en la que la remolacha "está más tardía". Por otra parte, apuntó que las elevadas temperaturas registradas en los últimos días no han perjudicado al cultivo, sobre todo porque, durante el verano, en algunas jornadas "ha refrescado por las noches", lo que favorece el desarrollo de la remolacha. Asimismo, remarcó que el cultivo "está admitiendo bien el riego" por lo que todo hace prever que la cosecha de remolacha será "buena" en la fábrica de Toro.

Por otra parte, García anunció que, con toda probabilidad, el próximo mes de septiembre se convocará una reunión de la mesa de fábrica para acordar el calendario de apertura de las factorías de Azucarera en la zona norte y, en principio, la de Toro podría iniciar la recepción en octubre, si las condiciones meteorológicas son favorables.

La próxima campaña será la última en la que se aplique el sistema de cuotas que será suprimido en septiembre del 2017. No obstante, en el caso de Toro, la industria y los cultivadores alcanzaron un acuerdo sobre el precio y la contratación que se prolongará hasta el año 2020.