El 16 de noviembre de 1965, tras superar un examen y presentar el certificado del conservatorio de haber aprobado tres cursos de armonía y dos de transcripción e instrumentación, el ex director de la Banda de Música La Lira de Toro, Jesús de la Sota, ingresó en la Sociedad General de Autores (SGAE), en la modalidad de música. En reconocimiento a su fidelidad y, sobre todo a su trayectoria como "creador y artífice de la cultura", de la Sota acaba de ser distinguido con la llave simbólica de la "Casa de Autores", distinción que han recibido aquellos socios que pertenecen a la SGAE desde hace, al menos, 50 años. La entrega de este reconocimiento se ha celebrado recientemente en la sala Manuel de Falla de la sede de la SGAE en Madrid, en un acto que de la Sota calificó de "muy emotivo", sobre todo porque sirvió para que algunos de los creadores reconocidos volvieran a reencontrarse después de muchos años.

El presidente de la SGAE, José Miguel Fernández Sastrón, fue el encargado de entregar la llave simbólica de la "Casa de Autores" a de la Sota, en un acto al que asistieron, entre otros, el cantante y compositor Víctor Manuel, la cantante María Ostiz o el cineasta Antonio Giménez Rico, al margen de otros profesionales de la creación que, desde hace medio siglo, pertenecen a la SGAE. Con este sencillo homenaje, la entidad quiso agradecer a los miembros de mayor antigüedad el trabajo de creación que llevan realizando durante más de cinco décadas y poner de manifiesto que su labor creativa contribuye a enriquecer "nuestro patrimonio cultural". Este acto, también sirvió para conmemorar el 117 aniversario de la fundación de la entidad, gracias a la "determinación de una veintena de autores que decidieron aunar fuerzas para hacer valer sus derechos, lograr mayor protección para sus obras y respeto social para el trabajo de los creadores". La ceremonia fue clausurada con un concierto ofrecido por la formación "Líricas del mundo", en el que sonó la música de los compositores Enrique Granados y Amadeo Vives. Con tan solo 28 años, el ex director de la Lira decidió, tras superar las obligadas pruebas, entró a formar parte de la SGAE aunque, en primera instancia, como recordó, en las liquidaciones que recibía, se restaba el 50% de los beneficios generados por la interpretación de sus composiciones.

Tras plantear una consulta a la SGAE por esta reducción, la entidad confirmó a de la Sota que no era autor literario sino de composiciones musicales. El 19 de septiembre de 1966 decidió presentarse al examen para ser considerado también autor literario, una prueba que, como recordó, consistía en que, a partir de un verso, había que crear cuartetos delante de un tribunal. En sus inicios como autor y socio de la SGAE de la Sota, que entonces residía en Covaleda (Soria), fue designado representante de autores en la zona por lo que tuvo que recorrer varios pueblos para emitir las correspondientes liquidaciones, época en la que, como recordó la SGAE no contaba con buen cartel y, "cuando te veían decían que viene el de autores y apagaban la radio en los bares".

Defendió el "maestro" la labor que realiza la entidad para proteger a los autores y sus obras y animó a los jóvenes a que se integren en la SGAE. De la Sota cuenta con más de 40 obras catalogadas por la sociedad, de diferentes géneros como pasodobles, marchas, nanas, jotas, habaneras, boleros y hasta dos piezas de rock. Tras dirigir a varias formaciones musicales, en 1979 se hizo cargo de la dirección de la Banda La Lira de Toro hasta 2003 cuando se jubiló.