"El retablo mayor de la iglesia del Sancti Spiritu" fue el título de la conferencia ofrecida durante la tarde de ayer por el historiador toresano José Navarro Talegón con la que se clausuró el ciclo de ponencias organizado por el monasterio de la ciudad para conmemorar el 700 aniversario de su fundación.

El historiador loca centró su intervención en explicar la historia y valores formales del retablo actual de la iglesia. Una creación de 1698 "de estilo barroco que es una maquina opulenta de finales del XVII con cuatro grandes columnas gigantes churriguerescas con una ornamentación exuberante como se estilaba entonces".

Esta obra ocupó el lugar del creado por Lorenzo de Ávila, en 1538, tras una orden testamentaria del año 1510 de una mujer pudiente de la época que procesó en el convento, Isabel de Castilla.

Por su parte, el retablo actual fue promovido como afirma Navarro Talegón "por el monasterio con bastantes recursos cuya traza y arquitectura se le encarga al ensamblador toresano Miguel Rico". Una creación artístico-religiosa que, como incide el historiador toresano, "tiene el interés de ser la mejor de las obras que conservamos de este cabeza de familia de ensambladores locales".

Una obra que además del trabajo de Rico también formaron parte de la creación artística el escultor Antonio Tome y el pintor y dorador Juan Hidalgo, ambos toresanos al igual que el propio Miguel Rico.

En cuanto a la participación del escultor local Antonio Tomé, miembro de la saga de artistas toresanos, este creó las esculturas de Santo Tomás de Aquino y San Pedro de Verona así como tres grandes relieves o unos grandes ángeles ubicados en lo alto del mismo. En el trabajo artístico tanto Tomé como Rico elaboran dos retablos colaterales, La Epifanía y Cristo atado a la columna, situados en las desembocaduras de la Capilla Mayor.

Por su parte, Juan Hidalgo, cabeza de una saga de doradores y pintores locales, fue el encargado de dorar dicho retablo y estofar las esculturas y relieves del mismo. Además, él fue el autor de unas pinturas murales de colores muy vivos y contrastados creadas con una paleta muy modesta y cuyas creaciones están compuestas de grandes trampantojos muy escenográficos y decorativos y que fueron restauradas en el año 2003 por la Fundación González Allende. Del trabajo pictórico de toda la capilla mayor también destacan las medallas de personajes relevantes de la orden de Santo Domingo.

"Unos cientos de reales"

En cuanto al retablo original, esta creación fue dispuesta en el testamento de Isabel de Castilla que cedió al monasterio sus bienes para "crear una capilla honrada según lo ordenará Doña Aldonza de Castilla (tía suya) y Fray Pablo de León". Es un grandioso retablo mayor compuesto por 20 tableros creado por Lorenzo de Ávila en 1538. Dicha creación fue vendida por el monasterio en 1698, como afirma Navarro Talegón, "por una cantidad ridícula, unos cientos de reales, a la parroquia de la Trinidad a raíz de las modas barrocas que consideraban al mismo como una antigualla".

Una obra que en 1911 fue vendida parte de la misma por un párroco de esta iglesia. Un retablo cuyas partes traspasadas fueron repuestas por tableros inmobles llegando a la actualidad en un estado de deterioro. La situación llevó en 1987 a ser restaurado por la Fundación González Allende y se montó de nuevo en el año 1993. La reinstalación contó con la ayuda de una partida presupuestaria de un fondo desconcentrado de la Junta, aprobado por Juan Seisdedos, delegado Territorial de la Junta en Zamora, y Antonio Blanco, jefe del Servicio Territorial de Cultura, de los que el historiador toresano "destacó su agradecimiento" en esta aportación.

Por otra parte, la Escuela Superior de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Madrid comenzará a comienzos del próximo mes de julio los trabajos de restauración y limpieza del retablo de la iglesia de La Concepción. Una actuación motivada por el concierto que tiene la Fundación González Allende cuya campaña será costeada por la entidad local.