El azufre es un tratamiento natural y ecológico que, además de combatir diferentes enfermedades, es uno de los cuatro macronutrientes principales de la vid. Así lo expuso ayer Francisco Escudero, ingeniero técnico agrícola, en una conferencia organizada por el Consejo Regulador y que fue seguida, en el teatro Latorre, por viticultores y bodegueros de la Denominación de Origen. En su alocución, Escudero reconoció que los viticultores siguen aplicando azufre como un "tratamiento fundamental", a la vez que destacó que su uso cada vez está más extendido en detrimento de otros productos químicos, cuyo uso repetitivo puede llegar a provocar resistencia en determinados casos.

Así, según matizó, hasta la fecha, el azufre ha demostrado que ante enfermedades comunes del viñedo como el oídio, sigue siendo una materia activa de gran eficacia. Precisó Escudero que "resulta curioso" que un único elemento como el azufre ofrezca "grandes ventajas agronómicas", en referencia a que es capaz de controlar la propagación del oídio o que también funciona como repelente de ácaros porque, a pesar de que no es un acaricida, llega a generar un "ambiente hostil en el que el ácaro no se encuentra a gusto y no se reproduce, por lo que intenta situarse en otros cultivos que no han sido tratados con azufre". Para este experto, otra de las ventajas de este elemento es que el azufre es el cuarto macronutriente en cuanto al nivel de importancia en el viñedo, por detrás del nitrógeno, el fósforo y la potasa. Así, según Escudero, el azufre "es esencial para una buena producción", aunque también se puede utilizar para enmiendas de suelo o para reducir el nivel de PH. Durante la conferencia ofrecida ayer, Escudero también explicó las diferencias entre distintos tipos de azufre y se refirió a una variedad que es exclusiva de la casa comercial a la que representa, Azufrera y Fertilizantes Pallarés, el azufre sublimado.