Fundado hace 700 años, el monasterio toresano de Santa Sofía no atraviesa por su mejor momento y su deterioro es notable. Con el objetivo de revertir esta situación, la congregación de las Hermanas Norbertinas Premostratenses que lo habitan, técnicos y arquitectos, el Ayuntamiento de Toro y las Fundaciones González Allende y Fomento Hispania mantuvieron ayer una reunión de asistencia técnica para coordinar esfuerzos y acometer una actuación urgente en el monasterio, asentado en un palacio cedido a la orden religiosa por la reina de María de Molina, al que se trasladaron las religiosas en 1316. Durante este encuentro, como destacó el alcalde de Toro, Tomás del Bien, se analizaron los principales problemas del monasterio que presenta "un estado muy preocupante", por lo que es preciso "buscar soluciones" para frenar su deterioro.

En este punto, subrayó que el Ayuntamiento adoptará algunas medidas para evitar que la situación del edificio se agrave aún más, después de constatar que, en parte, el deterioro del convento, tiene su origen en la calle Las Monjas. Como avanzó del Bien, el Ayuntamiento podría actuar el próximo año en esta vía para "rebajar su cota", actuación que permitiría frenar, en parte, el problema de la humedad que se filtra a los muros y a distintas estancias del convento. Incluso, el Ayuntamiento procederá, en próximas fechas, a cortar al tráfico la calle Las Monjas para evitar que el tránsito de vehículos perjudique aún más al edificio. Por otra parte, el mandatario municipal destacó el compromiso del Ayuntamiento para colaborar en la intervención que precisa el convento que, como subrayó, está ocupado por una comunidad religiosa "muy activa y numerosa" que, además, está "muy implicada en la sociedad toresana".

En cuanto a las principales deficiencias que presenta el edificio, el informe emitido por el arquitecto, José Antonio Santos, detalla distintas patologías que precisan una actuación urgente y que se refieren a la antigua instalación eléctrica o a los "materiales sueltos", fundamentalmente en morteros y revestimientos, "con grave peligro de desprendimiento", materiales que se localizan en los paramentos del torreón y de los muros situados en la calle de Las Monjas. Este informe técnico alerta también sobre la presencia de termitas en retablos de la nave de la iglesia y el coro, aunque también se ha detectado un termitero en el patio posterior del monasterio. Del mismo modo, el arquitecto ha apreciado en su estudio otros problemas que afectan al antiguo palacio de María de Molina que comprende el torreón, el patio de la cisterna en el que se localiza una bodega colmatada con escombros y rellenos, la iglesia y coros, el claustro y el muro original en la huerta del monasterio.

En el núcleo que forma el antiguo palacio, el técnico alerta sobre patologías derivadas del uso de cemento, que se traducen en deterioro del soporte y humedades, grietas y fisuras, como consecuencia del fallo del soporte. Además, expone que la estructura de madera del patio de la cisterna se encuentra en un "estado deplorable" por la presencia de xilófagos o que las cubiertas presentan humedades, al margen de deficiencias de diseño y materiales inadecuados que provocan daños estructurales, lo que deriva en empujes con desprendimiento del falso techo y grietas en paramentos.

Otras patologías detectadas son las derivadas de la carpintería de hierro colocada en la nave de la iglesia, deficiencias en la habitabilidad del edificio o en cuanto a eficiencia energética por la falta de aislamiento, un sistema de calefacción muy antiguo y de poco rendimiento, además de carpinterías deterioradas o cubiertas sin ningún tipo de aislamiento. En varias ocasiones, las religiosas que habitan el convento han alertado a las autoridades locales sobre la deficiente situación del edificio y el peligro que su deterioro conlleva, no solo para las hermanas, sino también para las personas que transitan por las inmediaciones, ante posibles desprendimientos. Por el momento, no ha sido posible acometer ninguna actuación en el edificio, aunque en la reunión celebrada ayer, las entidades participantes mostraron su predisposición a colaborar con la comunidad religiosa.