La azucarera de Toro ha recibido alrededor de 320.000 toneladas desde que comenzara la campaña de recogida de la remolacha el pasado 1 de octubre.

Un proceso que, como afirma Fernando García, representante del sector remolachero de COAG, "se está realizando con normalidad y donde, a finales de enero, cuando se prevé que acabe la época de recogida, esperamos se alcancen las 950.000 toneladas previstas". La riqueza media está en torno a 18 grados polarimétricos y una media algo inferior en recogida por hectárea a la campaña pasada, donde se alcanzaron entre 110 y 115 toneladas".

Fernando García espera que este año "sea una campaña regular, tirando a buena, a pesar de que no se alcance a la del año anterior que fue un periodo de recogida excelente porque las condiciones climatológicas influyeron decisivamente en la campaña".

El temporal puede ser una de las causas de que no se alcance las cifras recogidas por hectárea del año anterior a causa de la sequía y al calor acontecido durante el verano, así como a las enfermedades y debilidad de algunos terrenos.

Así las cosas, a estas alturas de temporada se ha completado satisfactoriamente con la recepción del 32% del total de la recogida. Unas cifras que se derivan de las 8.000 toneladas en moltura que entran diariamente en la fábrica y que han permitido que la cantidad actual de toneladas recibidas se sitúe en 320.000. Una recolección que permitiría llegar a una cifra cercana al millón a finales de mes de enero, si las condiciones climatológicas ayudan al correcto desarrollo de la planta en los próximos meses, donde las posibles precipitaciones influirían de forma positiva en el crecimiento de la misma.

Durante esta campaña se recolectará más remolacha que durante el año anterior cuando la recepción fue superior a las 800.000 toneladas. Unas cifras que se aumentarán debido a que la recolección se realizará en 1.500 hectáreas más que durante el periodo pasado.

Por otra parte, desde COAG se muestran preocupados con la recolección de remolacha terrenos de las zonas de Benavente y Tábara, en caso de que la apertura de la fábrica de La Bañeza se retrase hasta el mes de enero.

Una circunstancia que, de producirse, podría ser perjudicial para los agricultores de esas zonas dado que son terrenos más ligeros. En caso de darse esta circunstancia, COAG propondría que la recepción de las toneladas a recoger en Benavente y Tábara se hiciese en Toro para ayudar al correcto desarrollo de la campaña, que avanza a estas alturas con normalidad.