El médico zamorano, Francisco Centeno, será el encargado de inaugurar el próximo viernes las jornadas "Reflexiones compartidas en torno a los cuidados paliativos", jornadas que se celebrarán los días 23 y 24 de octubre en Toro y en las que intervendrán más de una veintena de profesionales. Centeno forma parte del comité organizador de este encuentro, es especialista en medicina familiar y comunitaria y cuenta con un máster en medicina paliativa por la Universidad de Valladolid. Desempeña su trabajo como médico en dos centros asistenciales de la provincia y Miranda de Douro y, en la actualidad, es vicepresidente de la Asociación para el Desarrollo para los Cuidados Paliativos (ADECPAL). Para Centeno, los cuidados paliativos siguen siendo los grandes olvidados de las autoridades sanitarias, a pesar de que contribuyen a que los enfermos en fase terminal y en fin de vida tengan una muerte digna.

-El próximo viernes serán inauguradas las jornadas "Reflexiones compartidas en torno a los cuidados paliativos", ¿por qué se ha elegido la ciudad de Toro para celebrar este encuentro?

-Toro es un sitio muy especial para nosotros, nos gusta la ciudad, ya hemos hecho alguna jornada en años anteriores y nos hemos sentido muy bien acogidos.

-¿Cuál es el objetivo de estas jornadas y a quién van dirigidas?

-Cada año organizamos unas jornadas a las que tratamos de dar un cariz un poco diferente. Este año, hemos pretendido que los temas y los ponentes fueran diversos, ya que pensamos que, en el caso de los cuidados paliativos, es imprescindible que el equipo sea multidisciplinar, en el que todos los especialistas interactúen en conjunto. Por este motivo, desde el comité organizador, damos mucha importancia a la visión global de los enfermos y pacientes. Siempre decimos que en los cuidados paliativos el núcleo a tratar es el paciente y la familia porque, cuando la desgracia de la enfermedad entra en un miembro de la familia, toda la familia sufre.

-¿Qué aspectos de los cuidados paliativos se abordarán en este encuentro?

-En las jornadas que se celebrarán en Toro se abordarán varias cuestiones relacionadas con la enfermedad avanzada, tales como aspectos psicológicos, sociales o el dolor como uno de los síntomas complejos en los pacientes en fin de vida. Remataremos con el tema reflexiones sobre el final de la vida y situaciones complejas, ya que cuando un familiar está en situación de muerte cercana, debemos plantearnos hasta dónde tenemos que llegar los profesionales en las decisiones relacionadas con el final de la vida

-¿La asistencia psicológica es cada vez más necesaria por el miedo a afrontar la muerte y el final de la vida?

-La verdad es que durante mi vida profesional he visto de todo. He visto a gente muy preparada para afrontar la muerte y a gente muy rebelde y angustiada porque sabe que va a morir. Lo que nosotros buscamos con estas jornadas es que los profesionales estemos implicados en esas situaciones. Es muy difícil atender a alguien que sabemos que va a morir, no mentirle o mirarle a los ojos y mantener su mirada. En definitiva, con estas jornadas pretendemos que los profesionales sepan cómo deben afrontar y tratar esas situaciones. A veces, lo que te pide el cuerpo es salir corriendo y, por eso, queremos que los profesionales sepan cómo acompañar en el fin de la vida porque, muchas veces, no tenemos las herramientas necesarias para desempeñar este trabajo.

-En estas jornadas, también se analizarán los efectos de la musicoterapia en situaciones de fin de vida, ¿cómo se están implantando nuevas terapias en cuidados paliativos?

-Los profesionales vemos que las personas en fin de vida no tienen porqué estar abandonadas, ya que todavía tienen muchas cosas que decir y que hacer. La medicina, en esta situación, tiene que ser siempre proactiva. El paciente, aunque esté en fin de vida, todavía tiene que sacar a relucir sus apetencias o creencias. Vivimos más intensamente, aunque nos estemos muriendo, realizando todas aquellas tareas que pueden gustarnos y, por eso, terapias alternativas como la música, la pintura o el dibujo, pueden influir a la hora de tratar los síntomas de la ansiedad, del estrés, del miedo o de la desesperanza. También contribuyen a mejorar la autonomía y, sobre todo, a mejorar el estado de ánimo.

-En este encuentro, también se abordará la relación entre los dilemas éticos y la atención al paciente crónico, ¿cuáles son esos dilemas?

-El principal dilema que surge en los equipos que atienden a los pacientes es hasta dónde deben tratar, hasta dónde hay que tener la intención de curar, hasta dónde debemos imponer nuestro criterio frente al del paciente o el de la familia y hasta dónde deben llegar los cuidados. Pensamos que el grado de autonomía y de información del paciente es vital para que pueda decidir qué es lo que quiere hacer con su vida. También la ética, al final de la vida, nos va a ayudar a la hora de tomar decisiones con un paciente, a la hora de evitar lo que nosotros denominamos el encarnizamiento terapéutico, a ser más bondadosos con los pacientes y, sobre todo, a que el enfermo decida a partir de que conoce su diagnóstico.

-¿Los cuidados paliativos siguen siendo una especialidad relegada a un segundo plano?

-Los cuidados paliativos siguen siendo los grandes abandonados de nuestras administraciones y de las autoridades sanitarias. Siguen pensando que poner morfina lo hace cualquiera y es verdad, pero los cuidados paliativos no se basan en poner morfina sino en acompañar, dar dignidad al paciente y ver lo que necesita en sus últimos momentos de vida. Creemos que los cuidados paliativos tienen que ser una especialidad o un área de capacitación para que la gente que se dedica a ellos esté bien formada y no se hagan disparates como los que se ven muchas veces.

-A nivel de la provincia de Zamora, ¿cuál es la implantación de estos cuidados?

-En Zamora, la implantación de cuidados paliativos es escasísima. Hay un equipo de atención a domicilio que cubre la capital y alrededores y que está formado por un médico y una enfermera. Además hay un médico en el hospital que se encarga de los cuidados paliativos en la medida que puede, aunque una de las bases de estos cuidados es el equipo multidisciplinar.

-¿Qué suponen los cuidados paliativos para los familiares de los enfermos?

-Para las familias, esta rama de la medicina supone, casi siempre, la respuesta a una necesidad. Los familiares, cuando los enfermos están desahuciados, se sienten abandonados, solos y que nadie les hace caso. Cuando alguien reconoce tus demandas, te acompaña en ese sufrimiento, te ayuda en la medida de lo posible, los cuidados paliativos se convierten en un apoyo muy importante para los familiares de los enfermos.