El Ayuntamiento de Toro limitará a vehículos ligeros y turismos el tráfico por la calle San Lorenzo el Real que podría abrirse de nuevo la próxima semana, una vez que la empresa Acciona concluya unos trabajos de compactación del terreno que está ejecutando. Así lo confirmó ayer la concejala de Obras y Urbanismo, Ruth Martín, quien explicó que el Ayuntamiento ha decidido limitar la circulación para evitar problemas que pudieran ocasionarse por la existencia en el subsuelo de bodegas, hasta que la calle San Lorenzo el Real pueda ser objeto de una renovación integral. En estos días, la empresa concesionaria del servicio municipal de agua está llevando a cabo unos trabajos de compactación de la calzada para evitar daños en unas tuberías que "estaban en el aire", desde que en la vía se produjo el hundimiento parcial de una vivienda que, finalmente, ha sido demolida.

En principio, la intención del Ayuntamiento es reabrir al tráfico de vehículos ligeros esta calle la próxima semana, una vez que finalicen los trabajos que están realizando operarios de Acciona, vía que lleva cerrada varios meses por la ejecución del proyecto de remodelación de la contigua plaza Bollos de Hito y el posterior hundimiento de una vivienda de tres plantas. Reconoció Martín que la reapertura de San Lorenzo el Real permitirá reordenar el tráfico en la zona aunque el Ayuntamiento ha decidido prohibir el paso de vehículos pesados por la existencia de numerosas bodegas en esta calle. Además, la concejala socialista reconoció que otra opción era abrir al tráfico la calle Candeleros pero, como matizó, su situación todavía es más complicada que la que presenta la calle San Lorenzo, también por la existencia de bodegas, por lo que "hemos preferido no arriesgarnos".

En los últimos meses, la calle ha permanecido cortada para proceder a la demolición de un inmueble que tuvo que ser desalojado después de su hundimiento parcial como consecuencia de una avería detectada en la red general. En este edificio, la murga Los Peseteros tenía su sede, y las dos viviendas de las plantas superiores estaban habitadas. Aunque los edificios contiguos también presentaban daños, finalmente no ha sido necesaria su demolición.