La oferta formal presentada por un grupo inversor español no paralizó ayer la subasta pública de parcelas e instalaciones de la fotovoltaica toresana Pevafersa, al haber sido convocada con anterioridad y formar parte del proceso de liquidación de la sociedad. Fuentes judiciales confirmaron a este diario que, a la subasta convocada para el día de ayer por el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 2 de Zamora con funciones de lo Mercantil, no se presentó ninguna oferta sobre los bienes objeto de venta y cuyo coste había sido fijado en un importe total de 23.977.737 euros. Estas mismas fuentes señalaron que, como esta subasta había sido incluida dentro del plan de liquidación de la sociedad toresana, tenía que celebrarse aunque previamente se hubiera presentado una oferta de adquisición de los activos de Pevafersa.

De hecho, matizaron que, de haberse presentado algún postor a la subasta convocada para la mañana de ayer, se tendrían que haber enajenado los bienes por un importe mayor al de la oferta ya formalizada en el Juzgado. A pesar de que la subasta quedó desierta, es probable, tal y como establece el proceso de liquidación, que vuelva a convocarse otra sobre los bienes inmuebles incluidos en la primera. No obstante, fuentes judiciales confirmaron que la oferta presentada por un grupo inversor español, a través de la sociedad Grafen-Bull, abarca tanto los citados inmuebles como la maquinaria de la industria toresana. Como ya avanzara este diario el pasado sábado, la oferta presentada en el Juzgado contempla, en una primera fase, una inversión de 25 millones de euros y de 150 millones de euros durante cinco años.

Asimismo, en esta primera fase, los inversores interesados en la adquisición de los activos tienen previsto incorporar nueva maquinaria a las instalaciones, además de realizar una aportación de 12 millones de euros para adecuar la empresa a la nueva normativa y poner en marcha las naves y fábricas que conforman el complejo industrial de Pevafersa en Toro.

La pretensión del grupo inversor es retomar la actividad de la fotovoltaica toresana y crear 240 puestos de trabajo directos y, al menos, otros tantos indirectos, en las primeras fases del proyecto, además de alcanzar la capacidad de producción completa de la industria en la segunda mitad del año 2016.