El ganadero Victorino Martín García estuvo hace unos días en Toro para participar en un coloquio sobre la genética del toro bravo en México y en España. El criador de toros español está convencido de que la Unesco declarará la fiesta como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad y alaba la decisión de Toro de ser la primera ciudad española en hacerlo.

-¿Conocía Toro y su plaza de toros?

--No, sólo lo conozco de oídas. Sé que Toro es una ciudad histórica, una ciudad que ha jugado un papel relevante en la historia de Castilla y, por lo tanto, en la historia de la nación española. Su nombre ya dice mucho y sé que tiene una plaza que se ha reconstruido y que creo que es una maravilla. Estoy invitado, pero no he tenido ocasión de verla después de la restauración.

-¿Qué le parece ese proyecto de inversión que llevó a cabo el Ayuntamiento para restaurar este monumento que había estado cerrado durante 25 años?

-Creo que todo lo que sea recuperar el patrimonio histórico-artístico es de alabar. Toro ha hecho un esfuerzo, en su momento, económico y de medios humanos para recuperar su plaza y creo que merece la pena. De hecho, se están dando espectáculos muy importantes después de esta restauración.

-¿Cree que puede beneficiar de cara al fomento de la tauromaquia?

-Sí. Y, además, como seña de identidad de una tierra. Creo que Toro, por el propio nombre de la ciudad, deja muy claro cómo se siente aquí y cómo se disfruta aquí la fiesta.

-¿El encuentro hispano-mexicano que se ha celebrado en la ciudad puede venir bien también de cara a fomentar la tauromaquia?

-Yo creo que todo es positivo. Todo lo que sea trabajar para explicar a la sociedad lo que somos, para expresarnos al mundo es positivo. Somos representantes y participantes de un mundo maravilloso, que es la tauromaquia, con grandes valores y que es patrimonio no sólo de España, sino de la Humanidad. Y todo ello es positivo para que la gente nos vea de una vez sin complejos y sin prejuicios.

-¿Es un acto importante para el futuro del mundo de los toros?

- Yo creo que más que para el futuro, para el presente, para buscar nuevos horizontes. Creo que el toro se justifica por sí mismo, simplemente no hay que explicarlo. Es una tradición milenaria que solamente la pueden poner en duda los indocumentados, los que no conocen la historia del mundo. Este tipo de reuniones son importantes porque siempre se sacan ideas y, sobre todo, se abren nuevos horizontes.

-¿El que se esté intentando que vayan varios países unidos a buscar esa declaración de la Unesco es también satisfactorio?

-Es simplemente el resultado de una realidad. La tauromaquia es una actividad mundial que se realiza en tres países europeos y cinco sudamericanos. También hay una forma de tauromaquia incruenta que se practica en países de Norteamérica, tanto en Estados Unidos como en Canadá. Es responder a lo que ocurre en el mundo, esta actividad es una pasión que mueve a gente de estos países y de otros donde no hay toros. Hay gente aficionada de Inglaterra, de Suecia, de Italia, de Bélgica, de Rusia, de China. Hay aficionados y admiradores del mundo del toro por todas partes. Que estos países donde se practica la tauromaquia de una forma regular, intensa y que está arraigada en la cultura y en la costumbre de sus pueblos se unan para que se declare la tauromaquia como manifestación cultural inmaterial de la Humanidad es algo normal, es responder a lo que en realidad está ocurriendo.

-¿Cree real la posibilidad de que la Unesco reconozca a la tauromaquia como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad?

-Lo contrario sería un atropello porque si hay alguna actividad que cumple todas las normas para que sea declarada como manifestación cultural inmaterial de la Humanidad esa es, precisamente, la tauromaquia.

-Y ese paso que dio Toro como primera localidad de España en declarar los toros como Patrimonio Cultural Inmaterial de la ciudad, ¿qué opinión le merece?

-Siempre el primer paso es el más difícil. Además, eso demuestra que aquí no se tienen complejos y que aquí se miran las cosas como son, con naturalidad. Ahora parece que los toros son solamente de una tendencia política, cuando los toros han sido siempre manifestación de este pueblo, los toros han unido. Cuando se han celebrado los festejos taurinos, los pueblos se han igualado, no hay ni ricos ni pobres, el rango lo ponía el toro, el mejor era el más capaz delante del toro. Yo creo que, en este sentido, Toro ha demostrado que no tiene complejos y que, además, mira con naturalidad lo que es una de las manifestaciones culturales más antiguas que existen en el mundo y más arraigadas, que es la tauromaquia.

-¿Qué opina de la ley que se ha aprobado recientemente y que prohibe a los antitaurinos manifestarse alrededor de las plazas de toros y de los festejos taurinos?

-Todo el mundo tiene derecho a manifestarse, pero los que practicamos o disfrutamos de una actividad libremente tenemos también el derecho de que no se nos perturbe ni se nos insulte ni se nos extorsione. Creo que es una ley positiva y que quizá hace tiempo que tenía que haberse aprobado.