La novedad de la edición de este año del Memorial Luis de Trelles y Noguerol, fundador de la Adoración Nocturna Española, ha sido la actividad que tuvo lugar ayer en Toro para la que los participantes, llegados a la capital zamorana desde diversos puntos de la geografía española, se desplazaron hasta la ciudad, donde tuvo lugar una eucaristía en el convento de San José de las Carmelitas Descalzas.

Pero el acto central de la jornada se trató de la conferencia "La oración de Luis de Trelles en la espiritualidad de Santa Teresa", que impartió el catedrático de Lengua y Literatura Santiago Arellano Hernández en la iglesia del Carmelo toresano, donde se encuentra la talla de la santa abulense y lugar al que el conferenciante describió como un "espacio sobrecogedor para hablar de Trelles y de Santa Teresa porque aquí la santa se respira por todas partes".

Arellano explicó a los asistentes, que llenaron la iglesia del convento de San José, que su conferencia se trataba de "un juego sobre Santa Teresa y don Luis". Del homenajeado dijo que quería la adoración en el sentido de "adamar" que decía San Juan de la Cruz. "Adorar es amar más. Orar con la boca no es suficiente, es saber que se está en presencia del Rey de reyes y del Señor de los señores", explicaba Arellano haciendo referencia a las pretensiones de Trelles.

El ponente, dentro de esta actividad enmarcada en del año jubilar teresiano concedido por el papa Francisco, también quiso centrar su charla en la persona y en la obra de Santa Teresa de Jesús, de quien dijo que "es de tal actualidad que parece que preparaba la idea actual de que Dios se había alejado de la vida de los hombres". Frente a esto, la santa "lo tiene tan cerca que puede hablar con Él de tú a tú y Dios le habla a ella en mangas de camisa", decía Arellano.

Además, Arellano, sacando a relucir su condición de filólogo y catedrático de literatura, reconoció que le costaba elegir, de entre la obra de la santa mística, un solo poema puesto que "los tiene de toda clase y nivel", pero recitó para el público aquel que empieza así: "Alma, buscarte has en Mí, y a Mí buscarme has en ti". Ante estos versos, Arellano expresaba que "la auténtica identidad de las personas es el alma porque Dios ha intervenido".

También quiso el catedrático interrelacionar las dos figuras que eran protagonistas de su charla, de quienes dijo que ambos parten de una "antropología muy singular" y las antropologías de ambos, interrelacionadas, son de una "necesidad actual sobrecogedora porque nos estamos quedando a la altura de los sentidos".

Arellano ofreció una conferencia llena de espiritualidad y doctrina católica en la que se centró en los aspectos más importantes de la obra vital de Santa Teresa y en las pretensiones de Luis de Trelles al fundar la oración nocturna, lo que pretendía que fuera una "escuela de oración contemplativa".