Sienten que se les acaba el tiempo para seguir encargándose del cuidado de sus seres queridos, diagnosticados de alzhéimer, una enfermedad que avanza inexorablemente y que no entiende de plazos. Familiares de usuarios de la asociación de familiares y amigos de enfermos de Alzheimer y otras demencias, han reclamado públicamente al Ayuntamiento de Toro que agilice la concesión de la licencia necesaria para iniciar las obras que permitirán convertir el antiguo palacio de Valparaíso en un complejo asistencial. La asociación presentó hace meses el proyecto técnico básico, con la intención de poner en marcha las obras que serán ejecutadas por fases, al tratarse de una intervención compleja y que requiere una importante inversión, aunque el gasto inicial de adecuación de un centro de día será asumido por la Fundación Valparaíso, que preside José Navarro Talegón.

Una de las personas que han alzado su voz para pedir a la Administración que intente agilizar la concesión de la licencia es Socorro Alonso, una de las primeras mujeres que, en Toro, recurrió a la asociación cuando le comunicaron que su marido padecía alzhéimer. Para Alonso, el hecho de que la asociación asuma el cuidado de su esposo durante cuatro horas por la mañana supone "un gran respiro, porque esta enfermedad es muy cansada y mi esposo requiere toda mi atención", aunque también reconoce que para los enfermos acudir cada día al centro terapéutico es un "estímulo muy importante". Mercedes Morales decidió recurrir a la asociación cuando, en septiembre de 2013, a su madre le diagnosticaron que padecía alzhéimer. Recuerda con emoción la primera vez que acudió a la asociación a informarse y "no podía parar de llorar" superada por la situación y, sobre todo, porque "no sabes cómo actuar o cómo tratar a un enfermo, ya que en casa es imposible". Aunque reconoce que "cada enfermo es distinto", todos tienen en común su dependencia de aquellos familiares que asumen el rol de cuidadores principales que tienen que renunciar a su vida personal.

Para Morales, la apertura del complejo asistencial es "muy necesaria" no solo por los usuarios actuales, sino también por todas aquellas personas que residen en Toro y en pueblos de la comarca y que "tienen el mismo problema", pero que, por el momento, no han dado el paso de acudir a la asociación. Y es que, para Morales, el alzhéimer es una enfermedad "tabú" y algunas personas prefieren no reconocer que sus familiares precisan una atención adecuada como en el caso de su madre que, como matizó, "si la hubiéramos dejado en casa estaría mucho peor". De hecho, reclamó a las diferentes Administraciones que se impliquen y que promuevan iniciativas para dar a conocer aún más una enfermedad desconocida para muchos y que calificó como "la enfermedad del siglo XXI". Pilar González acompaña cada día a su marido al centro terapéutico para que reciba los cuidados y la atención que precisa y, a su juicio, es necesario que se agilice la apertura del complejo asistencial porque "la gente se marcha y algunos familiares somos ya muy mayores para encargarnos del cuidado de los enfermos, por lo que el centro de día no es un capricho, es una necesidad apremiante". Las tres mujeres alabaron el trabajo que la asociación desarrolla en Toro, porque funciona como una gran familia en la que han encontrado el consuelo necesario para seguir luchando, en una sociedad cada vez más deshumanizada y en la que se han perdido valores tan importantes como saber escuchar o la solidaridad. Un peso importante en esta atención a familiares y usuarios lo asumen también voluntarios como María Jesús Lladó quien sintió, tras el fallecimiento de su padre hace dos años, la necesidad de ayudar a los demás.