"Hemos tenido mucha suerte porque el accidente pudo tener graves consecuencias". Así se expresaba ayer una de las pasajeras que viajaba en uno de los dos autobuses que, el pasado martes, se vieron implicados en una colisión en cadena con un turismo y un camión sucedido, con toda probabilidad por la intensa niebla, en la autovía A-11, a escasos kilómetros del casco urbano de Toro. Transcurridas las horas, C. S, una joven zamorana que estudia en Madrid, ciudad a la que se dirigía después de pasar las vacaciones en Zamora junto a sus familiares, aseguró estar "tranquila", a pesar de que es consciente de que el desenlace del siniestro pudo ser trágico, sobre todo porque se produjo a escasos metros de un viaducto, por el que podía haber caído el autobús en el que viajaba. C. S. reconoció que "he dormido bien", a pesar de que en la noche del pasado martes vivió momentos de gran tensión por el accidente múltiple que, por fortuna, solamente causó heridas leves a uno de los pasajeros.

Del accidente recuerda que, en un primer momento, "se produjeron reacciones de todo tipo" entre los pasajeros de los dos autobuses de la línea regular que cubre la ruta Zamora-Madrid, ya que "algunos estaban muy nerviosos", aunque poco a poco se tranquilizaron, sobre todo, después de percatarse que la colisión tan solo había provocado daños materiales en los vehículos implicados. Los teléfonos móviles cobraron un especial protagonismo tras la colisión ya que, como relató esta pasajera, "todos empezamos a llamar a los familiares para decirles que estábamos bien y que no nos había pasado nada".

Gran trabajo

Asimismo destacó que, durante "mucho rato" los pasajeros esperaron a ser recogidos por otros autocares para proseguir la ruta hasta Madrid, ciudad a la que llegaron sobre la 1.15 horas de la madrugada, es decir, más de seis horas después de que iniciaran el viaje en la estación de autobuses de Zamora.

Por otra parte, un familiar de una de las viajeras de uno de los autobuses destacó ayer el "gran trabajo" realizado por la Guardia Civil y por los bomberos de Toro que, desde el primer momento, "aislaron" la zona en la que se produjo el accidente para evitar que, por la niebla, pudieran producirse nuevas colisiones. No obstante, cuestionó que en el lugar en el que se produjo la colisión, al que se acercó para recoger a su sobrina, no permaneciera una ambulancia en servicio "preventivo" para atender a los pasajeros o a los ocupantes del turismo y al conductor del camión, por si hubiera sido necesario.

Además, para este familiar, los pasajeros de los autocares deberían haber sido trasladados con mayor rapidez a algún lugar "resguardado" como la estación de autobuses de Toro, sobre todo porque tuvieron que permanecer a la "intemperie" durante "un largo rato" y a "cuatro grados bajo cero". El accidente se produjo sobre las 19.30 horas del martes y, durante casi tres horas, la autovía permaneció cortada, aunque el tráfico fue desviado por la carretera N-122.