Caja Rural desmintió ayer que se vaya a hacer cargo de todas las instalaciones de Pevafersa, ya que únicamente la planta de galvanizado pasará a ser propiedad de la entidad financiera. Aunque fuentes sindicales habían apuntado la posibilidad de que las instalaciones de Pevafersa pasaran a Caja Rural, responsables de la entidad aseguraron que tan sólo asumirá la propiedad de la planta de galvanizado y, por tanto, el futuro y la explotación de las diferentes naves de la fotovoltaica, no dependerá de Caja Rural. Responsables de la entidad, también explicaron que la posición de Caja Rural en el listado de acreedores de la fotovoltaica elaborado durante el proceso de liquidación «estamos en una posición muy baja» y que la mayor cuantía de la deuda ha sido contraída con otras entidades bancarias, por lo que «nos toca poco», en referencia a la adjudicación de la planta de galvanizado. Por otra parte y aunque han trascendido escasos datos del proceso de liquidación, diferentes fuentes consultadas aseguraron que la deuda de Pevafersa con entidades bancarias alcanza los 121 millones de euros. Una vez cerradas las instalaciones, el futuro de las naves de la fotovoltaica es incierto y los sindicatos han vuelto a reclamar un plan industrial que favorezca su reutilización.