Las rebajas han comenzado de manera tímida en la ciudad en cuanto a compradores, pero tímidos son también los descuentos que los establecimientos comerciales anuncian en los escaparates de sus tiendas. De un vistazo rápido por la zona comercial y los principales negocios de la ciudad de Toro, uno puede observar cómo los empresarios publicitan rebajas de entre el 10% y el 30%. Solo alguna minoría alcanza el cincuenta por ciento de rebaja en los artículos puestos a la venta y casi es imposible encontrar alguna prenda que valga la mitad de lo que lo hacía anteriormente.

«Son las rebajas que solemos hacer habitualmente desde hace varios años», detalla uno de los comerciantes contactados. «Lo que pasa es que es un arma de doble filo. Evidentemente tendríamos que realizar unos descuentos muy atractivos para impulsar de alguna manera a los compradores. Pero también tenemos que ganarle dinero y con la que tenemos en los últimos meses no podemos hacer florituras», añade junto a un cartel que anuncia un valor del veinte por ciento menos sobre el precio inicial. Los comerciantes, de esta forma, explican que los descuentos han de ser asumibles tanto para el cliente como para la propia empresa y esperan que los precios rebajados sean lo suficientemente atractivos como para conseguir mover la actividad económica que permanece en letargo desde los primeros meses de este año.